Las mujeres seguirán sin ir a la comida de la Cofradía de Llodio

Todo sigue igual en la Cofradía Sant Roque de Llodio: las mujeres no podrán participar, de momento, en la tradicional comida del último domingo de cada mes de agosto. El apoyo del 62% de los cofrades asistentes a la asamblea de ayer para que se proceda al cambio de estatutos de esta histórica sociedad y así facilitar la presencia femenina resulta insuficiente, ya que es imprescindible un respaldo del 75% para proceder a cualquier cambio en la normativa. Apenas asistieron 157 de los 420 cofrades con derecho a voto.

A partir de ahora se abre una doble vía de resultado incierto. Sobre la junta directiva de la Cofradía, que preside el mayordomo José Luis Navarro Lecanda, pesa la amenaza de una posible supresión de permisos y ayudas oficiales habida cuenta de que esta asociación incumple, a juicio del Ararteko y de la ya extinta Defensoría de la Igualdad, la Ley de Igualdad. No obstante, los responsables de la Cofradía llodiana han dado pruebas evidentes de su palmaria intención por cumplir con la legislación vigente. El propio alcalde de esta localidad alavesa, Jon Karla Menoyo, del PNV, presente en la asamblea de ayer, conoce también el signo de las gestiones emprendidas por los responsables de esta emblemática sociedad.

Sin embargo, toda la potestad para un cambio en los estatutos de la Cofradía, que permitiera la presencia de la mujer en la comida, radica en el obispo de Vitoria. El origen religioso de esta asociación (año 1599) concede las máximas prerrogativas al Obispado, como se recogía en el informe redactado por el catedrático de Derecho Ricardo de Ángel, y que adelantó este periódico. De hecho, si se planteara en algún momento la propia disolución de la Cofradía, también dependería del visto bueno final de la Iglesia, como ayer mismo reconocía el mayordomo Navarro Lecanda.

Por todo ello, la directiva ha mantenido contactos con Miguel Asurmendi, obispo de Vitoria, para trasladarle el impasse en el que se encuentra la Cofradía. Según Navarro, "el clima de diálogo es muy bueno" y en las cartas dirigidas desde el Obispado alavés se transmite una clara voluntad de colaboración, aún no concretada.

Así las cosas, mientras se mantenga la exigencia estatutaria de conseguir un 75% de los votos de los cofrades en una asamblea para el cambio de estatutos, la propia directiva admite que "es imposible" cumplir con la exigencia de la Ley de Igualdad. Durante los dos últimos meses, todos los cofrades han dispuesto de la información suficiente sobre la normativa que se les exige desde la Administración, así como del informe jurídico de Ricardo de Ángel.