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Reportaje:

Salvatierra llora a la Boni

Un joven de 19 años, detenido por matar a puñaladas a su abuela, de 91 - El arrestado tiene problemas con las drogas y antecedentes policiales

La consternación, la pena y el llanto invadían ayer Salvatierra, la capital de la Llanada Alavesa, de apenas 5.000 habitantes, después de que Tasio, un joven de 19 años, drogadicto y con problemas psiquiátricos, según coinciden todas las fuentes consultadas, matase supuestamente la noche del lunes a su abuela, Bonifacia Ruiz de Arbulo, de 91 años. Natural de la cercana localidad de Alangua, la Boni, como todo el mundo la conocía en la localidad, donde vivía desde que se casó, a los 20 años, en la céntrica calle Mayor. Allí dio a luz a sus cuatro hijos, uno de los cuales cuidaba de ella y fue el primero en enterarse del crimen.

"Será el día más largo de mi vida, el más triste", comentaba en la mañana de ayer, después de pasar toda la noche en vela. El hombre había regresado a su localidad natal para cuidar de su madre viuda tras trabajar varios años de pastor en Australia. Como todas las tardes de los días festivos, había salido a dar un paseo por el pueblo. Cuando regresó a su domicilio, las vecinas que habían descubierto el cuerpo apuñalado de la anciana le dijeron lo que había pasado. Las mujeres encontraron el cadáver sobre las 21.45 de anteayer tras inquietarse al ver abierta la puerta de la casa de la Boni.

La investigación apunta a que Tasio mató a su abuela por no darle dinero

"Hemos entrado, preocupadas, después de oír ruidos en el edificio y ver que la puerta estaba entornada; la hemos llamado a gritos, sin respuesta, y al final nos la hemos encontrado en el suelo, desangrándose y ya sin vida", relataba una vecina. La Boni y su familia gozaban de la consideración de toda Salvatierra, cuyos habitantes lamentaban ayer lo sucedido a una vecina de esas que se dice "de toda la vida".

Tras recibir el aviso del hallazgo del cadáver, agentes de la Ertzaintza se desplazaron al domicilio de la anciana, donde un médico confirmó la muerte violenta de la mujer, causada en principio con un arma blanca. En ese momento, comenzaron las pesquisas, que a primera hora de la madrugada de ayer desembocaban en el arresto de Tasio, nieto de la fallecida. El joven, que ha sido acusado de un supuesto delito de homicidio, tiene un largo historial de internamientos en centros hospitalarios y antecedentes policiales. Sobre él pesaba además una orden de alejamiento de sus padres, según informó anoche Radio Euskadi.

El propio titular de Interior, Rodolfo Ares, adelantó por la mañana en dicha emisora la existencia de tales antecedentes policiales y calificó al detenido como "una persona conflictiva". Los datos iniciales de la investigación apuntan a que Tasio, tras pasar un fin de semana de fiesta, acudió a casa de su abuela para pedirle dinero con el que comprar drogas. Ante la negativa de la anciana a facilitárselo, el joven presuntamente acabó con su vida.

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Todo el pueblo conocía los trastornos de Tasio. "Un día, apareció con el pijama del Hospital de Santiago, de donde se había fugado. El chófer de La Burundesa

[línea de autobuses que realiza el recorrido Vitoria-Salvatierra] tuvo que llamar a la Ertzaintza ante la violencia con la que se comportaba", recordaba ayer a EL PAÍS una vecina que conocía a la fallecida de toda la vida. "Lo que se han gastado sus padres en su tratamiento, para acabar así", se lamentaba.

"Cuando me lo han comentado esta mañana, lo primero que he recordado es que la última vez que vi al chaval estaba riéndose como un loco en mitad de la calle; no estaba bien de la cabeza", apuntaba una joven del pueblo, quien confirmó que no era la primera ocasión en que Tasio se metía en líos.

Otro de los hijos de la víctima se enteró de lo ocurrido por su hermano. Otro nieto de la Boni y primo carnal del principal sospechoso reconoció su sorpresa por lo ocurrido: "No me esperaba estas cosas. Cuando me llamaron no me suponía que iba a ser nada de esto". En cambio, un vecino, buen conocedor de la trayectoria de Tasio, declaró a la SER que "se veía venir". "Si no hubiera sido su abuela, le habría tocado a cualquier otro vecino de Salvatierra, antes o después", agregó.

El cadáver de la anciana fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Vitoria mientras la Ertzaintza continúa con sus averiguaciones para aclarar todos los extremos del suceso.

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