"Es el Reyes que era, un artista"
El extremo del Atlético, "un modelo" para Quique, recupera el fútbol que le dio la fama
José Antonio Reyes ha pasado de ser considerado "un mercenario" por la grada del Calderón a "un modelo a imitar" según Quique Flores. De no asimilar la riada de euros que supuso su marcha al Arsenal a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa en su segunda temporada en el Atlético. De ser un paria para los técnicos anteriores al protector en la primera plantilla de los canteranos. "Ahora que contamos con él para la causa tenemos otro objetivo: poner a su nivel a otros jugadores como Forlán, Kun, Simão y Jurado", lanza el entrenador del Atlético. Pero donde ahora todo son alabanzas hace no tanto las críticas arreciaban, aprovechando cualquier detalle: la sonrisa del extremo cuando su afición le abucheaba, el gusto del futbolista por los coches de gama alta... "Tras esa sonrisa, que era un sistema de defensa, se escondía una profunda tristeza", dicen en el entorno de Reyes.
"Ahora el objetivo es que Forlán y Kun estén a su nivel", dice el técnico rojiblanco
El ala de Utrera, de 26 años, entendió la llegada de Quique como "la última oportunidad" para seguir en la élite -debutó en Primera con el Sevilla en 2000, con 16 años, y desde entonces ha originado tres traspasos multimillonarios: del Sevilla al Arsenal, 24 millones de euros; del Arsenal al Madrid, nueve; y del Madrid al Atlético, 11- y no perderse en el pozo del fútbol, "en un Pájara Playas", como en su momento creyó Javier Aguirre. Por no hablar de Abel Resino, que tampoco supo domesticar a un futbolista tan extraordinario como irreverente. "Nadie duda de su calidad, pero es una incógnita; depende de sí mismo", decía el entrenador manchego, que se ganó el rencor de Reyes el día que le dejó fuera de la lista contra el Almería y convocó en su lugar a Keko.
"Dijo que me iba a ayudar pero hizo lo contrario. No fue sincero, me dijo que contaba conmigo y sinceramente en los entrenamientos salí al 100%. Me sentí el hombre más feliz del mundo cuando le echaron", se vengó Reyes, que hasta su marcha no disputó ningún partido de titular en la Liga y no participó en la Champions. Hasta que Quique le llamó al orden. Y el jugador pasó de jugar los minutos de la basura a promocionarse en partidos completos. "La falta de rodaje te mata si eres extremo, por eso la persistencia de José tiene mucho mérito", apunta Simão. "Yo no sé cómo estaba antes, pero para mí es un lujo tenerle como opción de pase porque se cambia de una banda a la otra e incluso enlaza entre líneas por detrás de los delanteros", cuenta Tiago.
"No me sorprende nada porque el Reyes de ahora es el que era, rápido, espectacular, con desparpajo... Un artista hecho en la calle, que te podía jugar por la banda porque tenía una zurdita muy buena pero que con nosotros intervenía de segunda punta", apunta Pablo Blanco, coordinador de la cantera del Sevilla. El técnico hispalense insiste que pese a su fama Reyes nunca le dio "problemas en el campo". Que era de los "más mimados" porque era de los "más trabajadores y talentosos". "Y de los más regulares. Siempre jugaba como contra el Valencia. De lo contrario no habría pasado por todas las categorías de la selección española, como pareja de ataque de Torres".
"Ahora vuelve a sentirse arropado, importante. Tras su cesión en el Benfica regresó para conquistar el terreno perdido", cuentan desde el entorno de Reyes, con contrato hasta 2011. "La mente, el físico y el rendimiento están entrelazados, la recuperación depende de los jugadores más que de los entrenadores. Si José quiere y dispone, puede alcanzar lo que se proponga; futbolistas tan especiales no abundan y él está en una línea de desequilibrio total", tercia Quique Flores.
"He encontrado la felicidad", resume el extremo, que lamenta los dos goles que tuvo en los dos últimos compromisos del Atlético. "Lo tuve a tiro en Estambul pero Leo Franco me aguantó, y a César, al que sí engañé porque se esperaba el pase, le salvó el palo... Una pena", sostiene Reyes. Aun así, fue elegido el mejor.
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