'Clowns' metafísicos

Vestidos con sayos y holgados camisones hospitalarios, los protagonistas de Futuros difuntos son clowns metafísicos recluidos en el gran manicomio del mundo, esperando una señal improbable de Godot. Muerto el antiguo director de la institución, ausente el nuevo, imaginan cómo sacarle partido a su libertad recién estrenada, pero se enredan y agotan en disputas necias. Son ridículamente humanos.

Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez y Enrique Bustos, actores históricos de La Zaranda, llevan dos décadas interpretando variantes de estos personajes, perdidos siempre en un lugar parecido al limbo de los justos. Eusebio Calonge reescribe para ellos cada vez desde cero un auto sacramental laico, siempre distinto y siempre igual en los tuétanos. Futuros difuntos viene a ser una gran entrada de payasos teatral, con su humor irónico serio y verboso, trufado de juegos de palabras, refranes, sentencias y paradojas: "Con tanto silencio, no se escucha nada", le dice a su compadre uno de estos payasos trágicos, solanescos y espectrales, que perdieron zapatones y maquillaje para parecerse más a su público.

Cuando descubrí a La Zaranda en Vinagre de Jerez, escrita y dirigida por Juan Sánchez 20 años ha, su trabajo andaba en el meridiano emocional de Cricot 2, la compañía de Tadeusz Kantor, con otro acento, profundamente andaluz. Dirigido después por Paco Sánchez, el grupo se ha ido desplazando imperceptiblemente hacia esa vasta tierra de nadie donde desemboca la dramaturgia de Beckett. Sin perder su estilo, lleva otro rumbo.FUTUROS DIFUNTOS

Autor: Eusebio Calonge. Intérpretes: Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez y Enrique Bustos. Dirección: Paco de La Zaranda. Teatro Español. Hasta el 28 de febrero.