"Se la tenía jurada y lo ha cumplido"
Ingresa en prisión el policía que disparó a su sobrino - Las versiones de los allegados al agente y a la víctima se contradicen - El herido sigue muy grave
"Mi hijo se está muriendo. Y el que le ha disparado ha sido su tío. Se la tenía jurada y lo ha cumplido". Esa conversación, a gritos, se oía ayer a la una de la madrugada frente al número 73 de la calle del Camino de Noblejas, en Aranjuez (46.300 habitantes). La que gritaba era Pilar, la madre de Sergio Santos-García Tirado, de 25 años, que se debate desde el lunes entre la vida y la muerte en la unidad de cuidados de intensivos (UCI) del hospital del Tajo, en Aranjuez. Su tío, el policía nacional Eugenio Santos-García Carrascosa, de 54 años, ingresó ayer en la cárcel de Estremera después de que la juez de guardia decretara su prisión preventiva comunicada y sin fianza. El funcionario reconoció que disparó contra su sobrino por accidente.
La familia del funcionario cuenta que Sergio causaba muchos problemas
Sergio recibió el disparo la tarde del lunes, cuando estaba en casa de su abuela. En ese domicilio también vive desde hace unos meses el tío, que es policía nacional. El agente había estado allí después de comer jugando a las cartas. Cuando regresó a la vivienda se topó con Sergio. Y a partir de aquí cambian las versiones. La que dio el detenido es que se produjo un accidente y se le disparó el arma cuando iba a guardarla. Antes, supuestamente, Sergio había montado un gran alboroto, incluso derribó una mesa, según la versión de un vecino.
La familia cercana al herido discrepa. Aseguran que desde hace tiempo el tío había amenazado a Sergio y que le dijo que le enderezaría "por las buenas o por las malas". "Y ayer [por el lunes] cumplió esas amenazas. Ojalá que ahora se pudra en la cárcel, que es lo que se merece", afirma un pariente cercano de la víctima.
Lo que parece claro es que las discrepancias entre los dos familiares son palpables. Los más allegados al policía nacional aseguran que Sergio montaba grandes líos cada vez que iba a casa de su abuela. Se preparaba comida, robaba dinero y se llevaba la bebida que quería. "Siempre causaba problemas, les traía mártires porque hacía lo que le daba la gana. A su abuela no le tiene ningún respeto. Ojalá le hubiera pegado cinco tiros en la cabeza", protestaba el primo del detenido, Benito Jiménez.
La versión cambia para los conocidos y familiares más próximos a Sergio. Mantienen que es una persona muy tranquila y muy cariñosa que nunca se metía en problemas. "Tío y sobrino siempre han tenido muy mala relación, pero Sergio nunca se ha metido en problemas. Es lo malo de tener un tío alcohólico, que le tenía mucha envidia y que no le dejaba que hiciera nada", explicó Laura, una amiga del herido desde los 12 años. "Es un buen amigo, un colega de puta madre. Si tenía un euro se quedaba él sin nada para dárselo al que lo necesitara", añadió Jorge, otro amigo que jugaba con él al fútbol. "Siempre le ha amenazado. Lo ha hecho en público y ante mucha gente. Parece mentira que una persona así pueda estar en la policía", se quejaba un familiar de Sergio. "Nunca le ha podido ver. Por eso, ayer [por el lunes] que debía de ir puesto de alcohol hasta arriba, se fue directo hacia la pistola y le disparó", añadió otra familiar.
Sergio tiene siete antecedentes policiales: tres por robo con fuerza, dos por robo con violencia e intimidación y dos reclamaciones judiciales, según fuentes policiales. Los familiares aseguran que son "cosas de poca importancia". Entre ellas, robo de cable de cobre y cosas similares.
Eugenio Santos-García pasó a las once de la mañana a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Aranjuez. Declaró durante una hora, en la que mantuvo su versión de que todo se debió a un accidente. No lo vio así el fiscal del caso, que solicitó su ingreso en prisión preventiva sin fianza. En su opinión, el policía puede ser autor de un delito de tentativa de homicidio. La juez accedió a la petición fiscal. Esta calificación judicial es provisional. Puede cambiar en función de cómo evolucione su sobrino.
Por la mañana recibió la visita de varios familiares, su esposa y uno de sus hijos entre otros. Éstos abandonaron los juzgados alrededor de las tres de la tarde. Justo media hora más tarde salió el detenido, que iba sin grilletes. Con gesto tranquilo, fue conducido por tres compañeros suyos al furgón policial. Por la tarde, ingresó en la prisión de Estremera. "Va a estar en comisaría un rato. Si quieren llevarle ropa, dígaselo a sus familiares", explicó un agente al primo del detenido que estaba a las puertas de los juzgados. Destinado a la vigilancia estática de magistrados del Tribunal Constitucional, ingresó en la policía en agosto de 1981. En noviembre se prejubilaba al cumplir los 55 años.
Mientras, Sergio empeoró ayer por la mañana. Sufre una grave hemorragia en el hígado, lo que impidió que fuera trasladado al hospital 12 de Octubre. La bala le entró por la región hepática, le fracturó varias costillas y le atravesó un pulmón. Su estado es crítico. Durante el traslado al hospital, estuvo consciente todo el tiempo. Los médicos esperan que, dado lo joven que es Sergio, pueda recuperarse en los próximos días.
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