A Coruña planea otro centro comercial en la futura estación

"No caben más, paren por favor". El ruego es del concejal del PP de A Coruña Miguel Lorenzo, alarmado por el boom de centros comerciales que crecen como setas en la segunda capital más pequeña en superficie de España. El nuevo plan general de ordenación municipal (PGOM), aprobado ayer inicialmente por el pleno del ayuntamiento con los votos del gobierno local (PSOE-BNG), prevé crear otra gran superficie para financiar la futura estación intermodal que concentrará las comunicaciones por tren y bus.

Y es unos de los motivos que llevó ayer al PP a votar contra la tramitación de este planeamiento. Cuando entre en vigor, dentro de aproximadamente un año, estará recién inaugurada en A Coruña la segunda mayor área comercial de España y se habrá disparado en un 76% las grandes superficies de compras y ocio en la ciudad en apenas dos años.

El PP vota contra el plan general y el BNG celebra que haya transparencia

Para el PP no es razonable dar otra licencia cerca del primer gran centro comercial de la ciudad, abierto hace dos décadas en Cuatro Caminos. "Abrirlas es la única actividad urbanística que hizo en los últimos años y ha dejado herido de muerte el pequeño comercio", remachó Lorenzo. "No somos ninguna rareza, lo hacen todas las ciudades", replicó la edil de Urbanismo, la socialista Obdulia Taboadela. Y defendió esta "nueva forma de comercio", nacida al amparo del capitalismo, un modelo, dijo, que también permite "promover los negocios de los coruñeses".

Además de la concentración "insostenible" de gigantescas áreas comerciales, el PP, aunque a favor de mucha de las grandes reformas que prevé el futuro plan diseñado por el afamado urbanista catalán Joan Busquets, votó finalmente en contra. Critica su "falta de credibilidad". "Ciencia ficción", acusó Lorenzo, quien descalificó las previsiones del bipartito para financiar los grandes proyectos que reconfigurarán barrios de la ciudad, como sobre todo los céntricos muelles de su viejo puerto, que quedarán libres para urbanizar cuando empiece a funcionar la dársena exterior de Punta Langosteira. Falta "transparencia e información", insistió el PP al reprochar que se llevasen a cabo, en paralelo a la tramitación del PGOM, siete convenios urbanísticos para desarrollar otras tantas zonas.

Del último, que recalifica un millón de metros, se supo por informaciones de La Opinión, reprochó Miguel Lorenzo. Permitirá crear "una gran parque empresarial de la tecnología" y ahorrar 77 millones que costaría a las arcas municipales las canteras existentes, defendió Taboadela.

Más verde en una ciudad asfixiada por la construcción de la última década, una disminución -exigida por la Xunta- del 15% de viviendas y una reducción de la altura de los edificios caracterizan el modelo urbanístico de para los próximos 12 años. "Ya era hora de tener un plan justo, realista, un bálsamo contra el urbanismo salvaje" de otras épocas, se congratuló Mario López Rico, del BNG. El también edil de Vivienda se deshizo en loas a un documento "que devuelve el control urbanístico a los poderes públicos". Y llamó "cobarde y blandito" al PP por votar en contra de un plan "transparente y a disposición de todos". "Nunca hubo tanta información, aunque también propaganda porque no somos gilipollas", exclamó Rico.