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Reportaje:

Brillo a la obra de Alonso Cano

EL IAPH ha restaurado cuatro esculturas para la Catedral de Granada

Ángeles Lucas

Dos imponentes bustos de Adán y Eva realizados por el artista granadino Alonso Cano mirarán relucientes a los visitantes de la Catedral de Granada desde doce metros de altura. Las esculturas, de 1666, ya están limpias y restauradas para que vuelvan a ubicarse en el arco toral de la capilla mayor de la Catedral, donde está documentada su ubicación desde el siglo XVIII. Aunque también se exhibirán al público en exposiciones.

"La restauración de estos dos bustos era muy urgente, estaban en un estado de conservación muy malo, incluso con separación de piezas, y algunas alteraciones ocasionadas por insectos que dañan la madera", asegura la directora de la restauración María Teresa Real, que ha trabajado junto a un equipo de ocho personas del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).

Las obras tratadas son Adán y Eva, un busto de San Pablo y la Virgen de Belén

"Tras eliminar los repintes y los añadidos de estuco, hemos recuperado su policromía original, que es de excelentísima calidad", valora la restauradora. El color fue introducido por Juan Vélez de Ulloa, discípulo de Cano, en 1676, tras la muerte del artista. Estas obras, realizadas en madera de conífera, de pino negral, han formado parte de la exposición itinerante Andalucía Barroca.

Adán y Eva han sido restauradas junto a otras dos esculturas de Cano; un busto de San Pablo, realizado en su última etapa, entre 1660 y 1665; y una virgen de Belén, de 1664. El proyecto de intervención de estas obras se ha desarrollado entre enero de 2008 y este mes, lo que suman 22 meses. Y para él se han invertido 50.000 euros, según calcula la Consejería de Cultura.

En este periodo, el IAPH les ha realizado estudios radiológicos, exámenes con iluminación ultravioleta, identificaciones de las maderas, y análisis de policromía, que permiten conocer sus características técnicas y su estado de conservación. "Cada una de las esculturas ha requerido de una restauración diferente, cada una traía un discurso distinto, por lo que las hemos restaurado sujetándonos a las particularidades de las piezas", cuenta Real.

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El busto de San Pablo, de 46 centímetros, muestra tras la restauración su policromía original, la realizada por Cano. "La obra que ha quedado es de una belleza impresionante", señala Real, "se ve cómo el artista dominaba los colores", apunta.

"Y a la virgen de Belén, de 45 centímetros, sólo se le ha realizado una limpieza uniforme y superficial", comenta Real. La valía de esta obra hizo que fuese reemplazada por otra Inmaculada, realizada por Diego de Mora, y que la de Cano pasara al Museo de la Catedral.

La directora general de Bienes Culturales, Guadalupe Ruiz, presentó ayer en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en Sevilla las cuatro esculturas con la satisfacción de que puedan ser exhibidas al público. "La consejería asumió con la Catedral el compromiso de restaurarlas y devolverlas a Granada", asegura. "Además, con este trabajo, realzamos el trabajo de Alonso Cano, que no fue un escultor que se prodigó mucho, pero que tiene una gran producción y muy buena", dijo Ruiz.

"Que la restauración se haya realizado en el IAPH garantiza que sea de primer nivel", concluyó la directora.

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Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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