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Reportaje:

El templo ecuménico se desvanece

El TSJ considera que el Arzobispado incumplió los plazos de ejecución de la obra y revierte los terrenos al Ayuntamiento de Oliva

La decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) es ya firme. El Ayuntamiento de Oliva recuperará los 25.593 metros cuadrados de superficie, ubicados en la zona de costa junto al complejo hotelero y campo de golf de lujo Oliva-Nova, que en 1998, bajo el mandato del PP, cedió gratuitamente al Arzobispado de Valencia para la consecución del templo ecuménico El Salvador. La obra aspiraba a ser un centro de peregrinaje y convivencia de distintas confesiones religiosas, y pretendía además convertirse en un reclamo turístico para la ciudad. Pero el acuerdo fijaba plazos. Los trabajos deberían ejecutarse en un máximo de tres años. En caso contrario, los terrenos retornarían al municipio. El Arzobispado incumplió esta exigencia. Once años después sólo se ha construido la cimentación y el sótano en 8.000 metros cuadrados. Los tribunales han revertido el suelo a su propietario original, el municipio.

El Arzobispado recibió 4,8 millones del Consell y sólo reunió 600.000 euros
El Ayuntamiento de Oliva decidió reclamar los terrenos cedidos

La Fundación Templo Ecuménico El Salvador (Tecsal), dependiente del Arzobispado de Valencia, se creó ex profeso para la búsqueda de financiación y gestión del proyecto. Consiguió 4,8 millones de euros de la Generalitat Valenciana, que se invirtieron en las obras de cimentación de la futura edificación. Según fuentes de Tecsal, la fundación también recaudó 600.000 euros de "particulares, empresas privadas y algunas iglesias europeas, como la luterana alemana". Pero no sólo no pudo reunir los cerca de 15 millones de euros en los que se estimó la obra, sino que la empresa que se adjudicó el proyecto, FCC Construcción, SA, paralizó los trabajos por impago de la contratista, Tecsal. En 2006, con un nuevo gobierno municipal, esta vez en manos del PSPV y Bloc, el Ayuntamiento decidió desempolvar este asunto y pedir cuentas al Arzobispado. Habían transcurrido ocho años desde la firma del acuerdo, y el Ayuntamiento había concedido hasta cinco años de gracia a la fundación Tecsal y el Arzobispado para buscar financiación y terminar la obra. El gobierno local acordó en pleno reclamar lo que era suyo por incumplimiento de contrato. Esta decisión terminó en los tribunales porque el Arzobispado y la Generalitat consideraban la decisión municipal "desproporcionada", y advertían además que constituiría un "enriquecimiento injusto de la administración local dadas las inversiones realizadas".

El TSJCV, en una sentencia firme emitida el pasado mes de septiembre, entiende sin embargo que la Corporación "es absolutamente ajena a las causas del retraso" de la obra, y que "ha de velar por el interés público implícito en la recuperación de los inmuebles integrantes del patrimonio municipal cuando los objetivos que justificaron su cesión no aparecen cumplidos", por lo que ha desestimado las alegaciones del Gobierno valenciano y la Iglesia, y da la razón al Ayuntamiento.

La decisión del alto tribunal ha caído como una losa sobre los impulsores del proyecto. Desde la Fundación Tecsal se acusa al actual gobierno de Oliva de "cortar las alas sin más" al proyecto, y defienden la continuidad de la obra ya que mantienen que supondría "un gran beneficio para Oliva". Pero siguen sin concretar cómo conseguirán la financiación, aunque fuentes del organismo aseguran que hay varias iglesias, entre ellas la anglicana, interesadas en el templo. Pero para el alcalde de Oliva, el socialista Salvador Fuster, ya no hay vuelta atrás. La decisión de recuperar los terrenos para el patrimonio municipal es ya irrevocable, y advierte además que deben retornar en su estado original. El único aspecto que el municipio está dispuesto a discutir es quién financiará la eliminación o el uso de la cimentación y estructura levantada hasta ahora. Fuster advierte que ya no considera a la Fundación Tecsal como un interlocutor válido, y que sólo se reunirá personalmente con el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro. Sobre el futuro de estos terrenos, no quiere anticipar sus pretensiones. El retraso en la salida del conflicto, que ha tenido que resolverse en los juzgados, ha perjudicado también al municipio, asegura el portavoz del PSPV, Vicente Sabater, por la "devaluación" de los terrenos en los últimos años.

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