Ares cifra en 225 millones anuales el coste de ETA para los vascos
Revela que dejará de ser secretario de Organización del PSE tras el congreso
El Gobierno vasco destina más dinero cada año a combatir a la organización terrorista ETA y a proteger a los ciudadanos amenazados que todo el presupuesto del Departamento de Vivienda. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, cifró ayer en 225 millones anuales el dinero que el Ejecutivo destina para luchar contra ETA y proporcionar seguridad a las personas con mayor riesgo. "Esta cantidad de dinero bastaría para hacer cada año cuatro hospitales como el que se va a empezar en la Margen Derecha, o daría para pagar en dos años el soterramiento del ferrocarril en Vitoria, o para pagar en menos de tres año el futuro metro de San Sebastián", puso como ejemplo Ares. Pese a ello, enfatizó que "ETA está viviendo el fin de su existencia".
"No nos cansaremos de quitar carteles de terroristas", declara
El máximo responsable de Interior colocó el foco en esos datos en estos momentos de profunda crisis -"ETA representa un freno para nuestro desarrollo económico y nuestro progreso, dijo"- en su intervención ayer en el Fórum Europa. Eligió como padrino del acto al ex presidente del PNV, Josu Jon Imaz, con quien compartió en 2006 muchas horas de reuniones (conversaciones de Loiola) junto a los líderes de Batasuna durante el fallido proceso de final de la violencia. "Vivimos en un país en el que el espanto une más que las ideologías", subrayó en la presentación Imaz, quien calificó a Ares de "observador, paciente y habilidoso".
Tras la polémica del verano en relación con la retirada de carteles y fotografías de presos de la organización terrorista, el consejero de Interior defendió la política de "tolerancia cero" y firmeza contra el mundo de la violencia y quienes les jalean que lidera el Ejecutivo de Patxi López. "Un Gobierno al que no le tiembla el pulso para eliminar de nuestras calles cualquier espacio de impunidad del terrorismo", dijo. Esa política va a seguir adelante, anunció, con el objetivo de "cortar de raíz el relevo generacional en ETA". Y contará con el consenso de los consistorios. Ares apuntó que su departamento cerrará "en los próximos días" un acuerdo con Eudel sobre esta materia. "No nos cansaremos de retirar soportes que hagan apología del terrorismo u homenajes a terroristas", concluyó, porque "no pueden pedirnos que miremos hacia otro lado y aceptemos esa falsa normalidad en la que los violentos puedan campar a sus anchas para evitar problemas". Para evitar suspicacias, envió un mensaje al PNV, partido con el que ha cruzado críticas durante el verano por este motivo: la política de tolerancia cero "no tiene como objetivo afear comportamientos de Gobiernos pasados".
Sobre el acuerdo contra ETA que están comenzando a negocia PNV y PSE, con la participación del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el consejero indica que se busca fortalecer la unidad democrática, fijar una posición "contundente y unitaria" frente al terror y mandar un mensaje inequívoco a ETA: "que no va a conseguir ninguno de sus objetivos", ni matando, ni por dejar de hacerlo. Pero también tiene otra finalidad, según reveló: servir para que en ese mundo "salga una reflexión" en favor de que se abandone la violencia definitivamente. Ares aseguró que "no hay ningún contacto con el entorno de ETA".
Con todo, y en un tono realista, descartó que el mundo radical de la ilegalizada Batasuna sea capaz de desvincularse de la violencia. "No creo posible que quienes hoy se autodenominan dirigentes de ese mundo, que se llaman radicales abertzales, tengan las agallas y valentía para independizarse de ETA".
La primera parte de su intervención la dedicó a desgranar algunas de las políticas anticrisis que está desarrollando el Ejecutivo socialista y valoró el apoyo y la "actitud positiva" del PP para hacer posible el cambio. "Es el Gobierno más fuerte y estable de la última década".
Pero fue en el turno de preguntas cuando Rodolfo Ares desveló algo de su futuro orgánico en el PSE tras el congreso del primer fin de semana de octubre. El actual secretario de Organización y coordinador de la Ejecutiva desveló que no seguirá en el cargo. Apuntó que le ha comunicado a su secretario general, Patxi López, que desde que entró en el Gobierno su "prioridad" es desarrollar el trabajo como consejero. "No puedo dedicar todo mi tiempo a tareas de partido como antes de formar parte del Gobierno", resumió, aunque evitó adelantar quién será la persona que le sustituirá en un cargo orgánico clave.
