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Adiós a la picaresca del 'Renove'

Para recibir ayudas, el consumidor deberá demostrar ahora que el viejo electrodoméstico era menos eficiente

Septiembre, por tradición, es un buen mes para la venta de electrodomésticos, según dicen los comerciantes. Ha sido así hasta la debacle inmobiliaria: al venderse y, sobre todo, construirse menos pisos, no hay viviendas que poblar de neveras, cocinas, hornos y lavadoras. "El mercado está totalmente plano. En 2009, se ha empequeñecido el tamaño hasta convertirse en el de 2006", se lamenta Miguel Devesa, secretario general del gremio del sector en Cataluña. A los ganchos comerciales casi permanentes que ofrecen las tiendas se ha unido, desde el arranque de mes, el plan Renove de la Generalitat, que permite deducir entre 70 y 400 euros al importe del electrodoméstico (nunca más del 25% del precio) para que un electrodoméstico viejo se sustituya por otro más eficiente desde el punto de vista energético. Pero esta sustitución no siempre se producía.

La subvención nunca podrá superar el 25% del precio del aparato

"Era un cachondeo", corrobora Yolanda Candela, encargada de uno de los establecimientos de la cadena Milar. Esta campaña, que durará hasta el próximo 15 de noviembre si los 6,5 millones de euros presupuestados para el programa no se acaban antes, como ocurrió el año pasado, intenta precisamente acabar con la picaresca. "La gente aprovechaba el plan Renove para comprar un nuevo electrodoméstico, de modo que, para la tienda, estupendo. Pero muchas veces optaba a la subvención, pero no entregaba ningún viejo aparato", corrobora Nuria, dependienta de la tienda Activa Ronda.

Conclusión: el dinero público destinado no tanto a subvencionar las ventas de un sector en crisis sino a reducir el consumo de energía no cumplía este segundo y principal objetivo.

"Son casos aislados, no se puede generalizar", replica el secretario general del gremio de unos comercios que viven su cuarta campaña Renove en Cataluña. El mercado de la sustitución aporta el 70-75% de las ventas del sector.

La Generalitat, sin embargo, admite que tenía un problema. Y, de hecho, cada año ha ido introduciendo cambios en la campaña para intentar resolverlo y que funcionara mejor. El primer año, el consumidor pagaba ya el precio reducido (se le descontaba directamente la subvención pública en el momento de pagar). "Ante el cliente, parecía que la tienda le hiciera un descuento, una oferta. No se visualizaba que había detrás una iniciativa pública para mejorar la eficiencia energética", explica el Departamento de Economía, del que depende Energía. Así, la Generalitat asumió un mayor control y dispuso que el consumidor acudiera al Instituto Catalán de la Energía (Icaen), o que realizara los trámites por correo. Pero este sistema le restó agilidad y las comprobaciones sobre la sustitución efectiva de un electrodoméstico también dejaba que desear.

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El nuevo sistema imposibilita la picaresca. Como explica y muestra Elisenda Farré, desde Bazar del Regalo, los comerciantes son quienes hacen de puente entre el cliente y la Administración. El consumidor compra un electrodoméstico, paga el precio entero, sin descuento. En la factura figura un código de números y letras que debe coincidir con el de una pegatina que debe llevar el electrodoméstico viejo que se sustituye. Además, también debe constar en la documentación del transportista que lleva dicho aparato a determinados puntos verdes de reciclaje. Y la Administración recibe también la identificación del transportista, con su CIF correspondiente.

La aplicación del plan desde el pasado 1 de septiembre "se está notando en las ventas", comentan fuentes de la dirección de ventas de los establecimientos Miró. Aun así, las ventas hasta agosto en el caso de la gama de línea blanca han caído el 19% sobre el mismo periodo del año pasado. "Nosotros seguimos creciendo, principalmente porque funcionamos sobre la base de ofertas muy agresivas y vendiendo gamas más accesibles", para cualquier bolsillo. Todos los dependientes coinciden: desde hace casi un año, la gente acude a la tienda en busca casi exclusivamente de lo barato.

Un establecimiento de Barcelona exhibe las ofertas propias y las del <i>plan Renove.</i>
Un establecimiento de Barcelona exhibe las ofertas propias y las del plan Renove.GIANLUCA BATTISTA

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