Leche Pascual encara la crisis
Reduce capacidad industrial, modifica su estrategia de marcas y envases y refuerza su apuesta por la calidad
El sector de la leche en su conjunto ha sido uno de los más afectados por la crisis económica desde las explotaciones ganaderas, con precios ruinosos para los ganaderos, hasta las industrias en su batalla con la gran distribución ante el impulso de las marcas baratas, las importaciones francesas a bajos precios y la caída de las ventas.
Leche Pascual, la segunda firma en el sector tras Central Lechera Asturiana y uno de los mayores defensores de la marca, ha sido una de las firmas afectadas e igualmente la primera en adoptar medidas para hacer frente a esa situación y encarar el futuro. Esta estrategia se ha centrado en tres frentes: ajuste de capacidad productiva, reordenación de marcas y envases y mantenimiento de la ofensiva de la calidad.
El grupo suprimió su marca PMI, y puso a la venta su planta en Francia
En la estrategia para ajustar la capacidad a las necesidades actuales del mercado, un primer paso fue el cierre hace unos meses de una moderna planta en Lugo donde había invertido unos 34 millones de euros y una reordenación de la plantilla. La caída de las ventas de unos 750 a 600 millones de litros aconsejó el cierre de la planta y poner la misma a la venta. En los últimos meses han sido varios los grupos que se han interesado por su adquisición, desde alguna firma sudamericana, hasta Nueva Rumasa de Ruiz Mateos, sin que se haya alcanzado ningún acuerdo. El presidente del grupo, Tomás Pascual, considera que no tiene sentido tener activos inactivos pero, que en ningún caso se va a desprender de la misma a precio de saldo.
El segundo paso se acaba de producir en Francia con la venta de la planta que tenía el grupo arandino en la localidad de Montauban, al sur del país. En realidad se trata de la fase final de un proceso de progresivo desmantelamiento de la planta donde la firma burgalesa había recortado su actividad en la última década.
Leche Pascual desembarcó en Francia en 1992 con la compra de la planta al grupo Puleva con el fin de asegurarse el abastecimiento de materia prima, que en ese momento atravesaba por dificultades de oferta en España. La operación conllevaba un contrato de recogida obligada con los ganaderos para un volumen de unos 60 millones de kilos. La leche se comercializaba especialmente en España, aunque también se colocaba entre industriales queseros ubicados en la zona. Leche Pascual nunca intentó entrar en el mercado francés de venta al consumo a través de esta planta.
La empresa española intentó anteriormente, sin éxito, su venta, tanto a los franceses de 3i, como a la empresa vasca Iparlat-Kaiku. En los últimos años había ido reduciendo progresivamente su actividad como industria envasadora hasta abril del pasado año, cuando se produjo el cierre de la misma. Sin embargo, la empresa, de acuerdo con las reglas de juego francesas entre productores e industriales, había mantenido la recogida, que en la actualidad se elevaba a sólo unos 30 millones de litros.
El presidente del grupo considera que, con las plantas de Aranda, Cataluña y Cantabria tiene capacidad suficiente para atender las necesidades del mercado y las que haya cuando se recupere la demanda.
Junto al ajuste en la capacidad de producción de sus plantas, la empresa arandina ha puesto en marcha un proceso de ajuste en su estrategia en política de marcas y en envases.
Las circunstancias del mercado, con el aumento de las marcas baratas de la gran distribución, provocaron también una fuerte caída de las ventas en la hostelería y la restauración donde estaba parte muy importante del mercado de la segunda marca del grupo, PMI. Esta situación aconsejó la supresión de la marca.
En lo que se refiere a la política de envases, frente a la fiebre del brik tradicional, en los últimos tiempos se ha producido un fuerte avance de la venta de leche en botella que en la actualidad ya supone el 15% del mercado. Para atender este tipo de oferta, el grupo ha puesto en marcha líneas para este tipo de envasado en todas sus plantas a la vista de la evolución muy positiva de las ventas bajo este tipo de formato
Finalmente, la tercera parte de la estrategia del grupo frente a un mercado de marcas baratas, es su apuesta por la oferta de un producto de calidad diferenciada apoyada en la publicidad. Leche Pascual acaba iniciar una nueva campaña en la misma dirección.
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