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Entrevista:JORDI BLANCH | director general de Caixa Girona

"Presiones de la Generalitat, ni una"

Jordi Blanch (Tarragona, 1961), uno de los jóvenes directivos de cajas que encarna el relevo generacional en las finanzas catalanas, accedió a la dirección general de Caixa Girona el año pasado. Pero dará un giro a su trayectoria en breve. La entidad se sumará al proyecto de fusión de Sabadell, Terrassa y Manlleu. Será la tercera caja catalana.

Pregunta. ¿Llegó a negociar a fondo una fusión con Caixa Catalunya y con Caixa Tarragona?

Respuesta. Hemos intercambiado puntos de vista. Pero Caixa Girona manifestó que éste no era su proyecto preferido, porque no recogía sus sensibilidades de forma adecuada. Lo fuimos viendo de forma gradual, pero lo tuvimos claro a principios de agosto.

"Ir con las cajas Catalunya y Tarragona era una vía respetable, pero así estamos más cómodos"
"La competencia no disminuirá y eso beneficia al cliente"

P. Subirse a un tren en marcha más tarde, ¿no les coloca en posición de debilidad?

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R. No, de ninguna manera. Habíamos hablado con los integrantes de este proyecto anteriormente. Se creyó que los cambios en los órganos de gobierno de nuestra caja aconsejaban para el buen fin del proyecto dejar la decisión formal para los que iban a salir elegidos después del 30 de junio. Por otra parte, no podíamos pedir una decisión precipitada a personas que acaban de llegar.

P. ¿Han recibido presiones de la Generalitat para que optaran por Catalunya y Tarragona?

R. Presiones, ni una. Se leen cosas que no obedecen a la realidad. La Generalitat nos pidió que, ante la aprobación del decreto del FROB (el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), actuáramos con responsabilidad, pero con toda libertad. Y así ha sido, de principio a fin. Sobre una fusión con Caixa Catalunya y Caixa Tarragona, dijimos con claridad que era una vía respetable, pero que no era nuestra opción preferida. No tenemos nada contra ellas, pero nos sentimos más cómodos con las otras, por conocimiento mutuo, por tamaño, por proximidad geográfica y forma de hacer. No habrá situaciones de predominio de unos sobre otros. Nuestros objetivos, ser una caja grande y fuerte y ser una caja arraigada en los territorios de origen, se ven cumplidos con nuestra opción.

P. Suena bien, pero, en la práctica, a medio plazo, ¿no cree que es casi imposible mantener un modelo tan respetuoso con estas identidades tan separadas?

R. Éste es nuestro mayor reto. Respecto de la obra social, no creemos que haya problemas. En la estructura organizativa habrá que realizar ciertos esfuerzos.

P. ¿Habrían podido aguantar solos?

R. Sí, pero en peores condiciones. Se trata de pasar mejor la travesía del desierto que debe hacer el sector financiero. Éramos los accionistas únicos de una empresa pequeña y pasamos a ser socios de una gran entidad.

P. Pedirán 500 millones al FROB. ¿Cuánto les costará el proceso de prejubilaciones?

R. Las cifras finales de excedentes de personal no están afinadas. El coste, tampoco. Habrá costes iniciales, pero también ahorros de funcionamiento, y plusvalías de los activos que aflorarán...

P. Subrayan su orientación a las pymes. Y las pymes dicen que no les llega financiación.

R. Los proyectos viables de las pymes y de las familias no tienen problemas. Estamos financiándolos. Otra cosa es que algunas operaciones comporten financiar pérdidas futuras, y eso hay que evitarlo. El análisis de riesgo es más conservador por la coyuntura.

P. Los créditos decrecen.

R. Sí, pero hay un volumen de inversión muy elevado. Las fuertes amortizaciones superan la nueva concesión de créditos. Renovamos la práctica totalidad de ellos y de eso no se habla. Pero grandes proyectos, grandes importes... no hay demanda.

P. Hoy hay 10 cajas catalanas. Con las fusiones, ¿qué ocurrirá con la competencia?

R. Habrá varios grandes grupos de cajas, parece. El nivel de competencia, que preocupa a algunos, no se reducirá. Al contrario. El grado de competencia no sólo depende del tamaño. Si cinco empresas luchan a muerte hay más competencia que si 10 tienen una dinámica más plácida. La competencia en Cataluña no disminuirá y eso beneficia al cliente.

P. ¿Ha dicho cuatro grupos...?

R. Es lo que leo en la prensa.

P. ¿Las fusiones de cajas de diferentes autonomías son imposibles por culpa de los políticos o por las de ustedes?

R. No culpemos a los políticos. La lejanía de los mercados, la diferencia de clientes, la cuestión idiomática... daría menos eficiencia a los proyectos. Podría ser más complementario, pero la racionalización que pide el Banco de España no sería la misma. Se trata de buscar sinergias y éstas serían menores.

Jordi Blanch, director general de Caixa Girona.
Jordi Blanch, director general de Caixa Girona.SUSANNA SÀEZ

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