_
_
_
_

Un muerto al hundirse un pesquero en Porto do Son

Era de noche, hacía mucho frío y soplaba muy fuerte el viento pese a estar próximo a la costa, a media milla de Portosín, en Porto do Son (A Coruña). Los tres marineros del Furacán acababan de recoger las nasas del mar cuando, sobre las tres de la madrugada de ayer, el pesquero en el que trabajaban volcó y zozobró. El patrón mayor, Carlos Q., de 39 años, desapareció engullido por el mar. Su cadáver fue encontrado cinco horas más tarde por un barco pesquero de la zona que colaboraba en las tareas de búsqueda junto a los equipos de Salvamento Marítimo.

Los otros dos tripulantes, un vecino de Santa Cristina, en Noia, y su compañero de nacionalidad peruana, lograron mantenerse a flote un tiempo "agarrados" sobre la quilla y luego, cuando el barco se hundió, nadaron hasta que los encontró otra embarcación que faenaba en la zona.

Más información
Rescatado el tripulante de un pesquero que encalló esta tarde cerca de Estaca de Bares

Ambos jóvenes permanecen ingresados con síntomas de hipotermia en el Hospital Comarcal de O Barbanza, en Ribeira. "Tuvieron muchísima suerte porque el agua estaba muy fría", las temperaturas eran también "bajísimas" y los vientos bastante fuertes, destacó el alcalde de Porto do Son, Manuel Tomé.Tras visitar a los dos supervivientes, el regidor de Porto do Son apuntó a la posibilidad de que fuera el tensor de una de las nasas el que provocara el naufragio de un pesquero que apenas contaba 9,6 metros de eslora. "Estaba cargado y eso es peor", destacó el alcalde.

Nada más recibir la alerta, Salvamento Marítimo activó el dispositivo de búsqueda y rescate, con la participación de la lancha más cercana, Salvamar Regulus, y del helicópero Pesca I. Media docena de barcos de los puertos de Portosín y de Noia, que se encontraban faenando cerca de la costa, se unieron al dispositivo de salvamento.

El patrón mayor fallecido, natural de la parroquia de Miñortos (Porto do Son), era un experimentado marinero que "llevaba toda la vida faneando" en aguas de Porto do Son, destacó el responsable de la Cofradia de Portosín. Vivía en pareja en esa localidad y era padre de una niña de corta edad. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, también se trasladó al hospital de O Barbanza, en Ribeira, para visitar a los dos tripulantes supervivientes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_