Del Antiguo Testamento al siglo XXI

Después de años de una guerra que aún dura, el rey de Gilboa, Silas Benjamin, anuncia el reestablecimiento de la capital en la ciudad de Shiloh. Gilboa, una monarquía con problemas incipientes, debe lidiar con su eterno conflicto con el Reino de Gath y con sus propios problemas internos. El planteamiento de Kings, que la cadena Fox (dial 21 de Digital + y redes de cable) estrena mañana (22.20) es como mínimo sorprendente: una historia de tintes políticos y trasfondo bíblico (ya que toma como claro referente la historia del rey David) en el que la monarquía es el sistema predominante y las intrigas palaciegas el pan de cada día.

Quizás por todo ello y por el empeño de su creador, Michael Green, en sumergir al espectador en los entresijos de un universo más complejo de lo habitual, la serie sólo ha disfrutado de una temporada en Estados Unidos. Sin embargo, el culto a Kings ha crecido entre los espectadores de todo el mundo y ya está considerada como una de las mejores series de 2009.

La cadena NBC, que produjo la serie, no reparó en gastos e invirtió casi 10 millones de euros en el piloto, cuyo diseño de producción es simplemente espectacular, con Shiloh, la capital, convertida en una especie de Nueva York ultramoderna (la ciudad fue retocada con CGI para tener aspecto convincente).

Al frente del reparto, el siempre excelente Ian McShane (un rostro que resultará familiar por su participación en Scoop de Woody Allen y que adquirió prestigio gracias a su papel de Swearengen en Deadwood que produce HBO) en la piel de un soberano a quien sus súbditos importan bien poco y cuya máxima preocupación es la línea sucesoria, que, por razones que no conviene desvelar, se encuentra colgando de un hilo.

La aparición de David Shepherd (interpretado por Christopher Egan), un joven soldado que consigue rescatar al secuestrado hijo del rey Silas, dará una vuelta de tuerca a la situación y convertirá la corte en una bomba de relojería: "Seguimos la historia original relatada en la Biblia y después añadimos un plus de creatividad y algo de diversión. Creo que es algo con lo que la gente se identificaría ya que estos relatos pertenecen a nuestro ADN narrativo", declaraba el director del episodio piloto, Francis Lawrence (Soy leyenda) cuando le preguntaron por la génesis de una serie que, probablemente, brinde al espectador una nueva e inédita visión de la monarquía.