Tres de cada diez parados no perciben ningún tipo de ayuda

La protección de los parados ante la actual recesión es uno de los grandes temas de debate en el diálogo social, tanto a nivel nacional como valenciano. Así, y mientras que en Madrid en el ámbito de la maltrecha negociación entre Gobierno, patronal y sindicatos se intenta pactar, entre otras medidas, una ampliación de la protección por desempleo para aquellos que hayan perdido la cobertura, en la Comunidad Valenciana una de las reivindicaciones de CC OO y UGT es la puesta en marcha de la renta mínima garantizada para quienes no trabajen ni cobren ninguna ayuda. El 31,24% de los parados valencianos no recibe ningún tipo de prestación, según los datos del mes de junio (los últimos disponibles) elaborados por el Ministerio de Trabajo. La cifra es algo más de cuatro puntos superior al dato del conjunto de España (27%).

CC OO reclama medidas que eviten la exclusión social de los trabajadores

En la Comunidad Valenciana había a finales de junio 438.336 personas sin empleo, de las cuales 301.383 cobraban algún tipo de prestación. O lo que es lo mismo, había 136.953 parados que no recibían ningún tipo de ayuda del Gobierno. Hace un año el porcentaje de parados valenciano sin prestaciones era mayor, un 35,2% (al igual con lo que ocurría a nivel nacional, con el 29,4%), pero el fuerte repunte del desempleo en los últimos doce meses ha aumentado no sólo el número absoluto de quienes cobran alguna ayuda, sino también de quienes no la cobran.

La peor parte a nivel provincial la asume Alicante, donde el 36,6% de los trabajadores sin empleo carece de prestaciones. Tras ella, el 29,2% de los inscritos en las oficinas del Servef en Valencia no recibe ninguna ayuda. El porcentaje baja en Castellón hasta el 21,5%.

"¿Cómo subsisten las miles de familias que no tienen ningún tipo de ingreso?", pregunta Salva Roig, responsable de comunicación de CC OO en L'Alacantí-Les Marines. El sindicalista urge a orquestar las "herramientas adecuadas" para dar una repuesta a la situación e insiste en que ante un panorama económico que dista de ser positivo el Consell debe realizar las "previsiones necesarias para que los trabajadores no caigan en la exclusión social".

Roig apunta, finalmente, un aspecto nuevo en esta crisis: la inmigración. En junio los extranjeros en paro sumaban 70.306 y de ellos, 21.914 (el 31,1%) carece de prestación alguna, según las mismas fuentes. El sindicalista explica que en anteriores crisis el colchón familiar paraba en parte la pérdida del empleo, pero en la actual la inmigración carece, en muchos casos, de este apoyo. Por ello pide una respuesta a la situación.