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música

Prince levanta pasiones en Montreux

El Auditorio Stravinski lleno hasta los topes recibía a las 19.30 clavadas al hombre que iba a poner el broche de oro a la 43 edición del Festival de Jazz de Montreux. Con un escueto: "Mi nombre es Prince", el genio de Minneapolis abrió el primero de los dos conciertos excepcionales que le llevaron a la Riviera suiza. Con un ajustado traje rojo, pendientes surrealistas y montado en sus zapatos de tacones imposibles, Prince arrancó con una ajustada versión de Little red corvette que puso a bailar a las piedras. Iba acompañado por una banda de precisión en la que destacaron el pianista Renato Neto y la bajista Rhonda Smith. Prince, aparentemente feliz y distendido, propuso un concierto escorado hacia los tiempos medios y los arreglos jazzísticos.

A medianoche, el hombre de Paisley Park (curiosamente no cambió su vestuario) abrió el segundo concierto de una noche histórica. Lo hacía con un sonido más cañero y funk, con éxitos como Peach, When you were mine o una demoledora lectura de She spoke to me. A pesar de los rumores que afirmaban que el ganador de siete Grammy y un Oscar haría una jam session de madrugada, por lo visto dos conciertos son demasiado incluso para un bulímico del trabajo como Prince. Se acercó, rodeado de guardaespaldas, para agradecer al público del Jazz Café su afecto. Y poco después, se perdía en la noche en dirección a un club de Lausana con su nueva novia. Sin duda, Prince Roger Nelson sigue en una envidiable forma a sus 51 años.

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