Rajoy: "He demostrado que no acepto chantajes. Bárcenas no me chantajea"
El líder defiende a Camps: "La pena son 2.500 euros. Ya ha pagado mucho más"
Al fin rompió su silencio, con todas las consecuencias. El pleno desconcierto de su partido, que no sabe a qué atenerse y cada día procede estupefacto a la lectura de la prensa, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, decidió contestar ayer hasta ocho preguntas sobre el caso Gürtel, tabú en los últimos dos meses. Fue en Málaga, en el Foro Abc, el periódico que también eligió Luis Bárcenas, el tesorero implicado en la trama de corrupción que investiga el Tribunal Supremo, para romper su silencio.
El presidente del PP trató de desactivar las teorías más dramáticas que, ante su silencio, se han instalado en el partido, especialmente la más dura para él: la de que está siendo chantajeado por Bárcenas, que posee información privilegiada de las finanzas del PP, y por eso no le fuerza a dimitir, como quiere la mayoría del partido.
Por vez primera en dos meses, Rajoy responde con detalle sobre la trama
El servicio de prensa del PP facilitó el coloquio vía satélite en la sede central, en Madrid. Y el líder fue tajante ante la primera pregunta sobre el chantaje y el desafío a su liderazgo que esto supondría. "Yo soy sospechoso de muchas cosas, pero si algo he demostrado en política es que no acepto chantajes ni presiones. Dicho esto, a mí Bárcenas no me ha chantajeado. Yo no funciono a base de presiones", sentenció.
Es la primera vez en la historia del PP que el presidente tiene que negar públicamente que esté siendo chantajeado por el tesorero del partido, algo teóricamente impensable en una formación que presumía de tener un sentido de la disciplina casi militar, con una estructura piramidal en la que el presidente lo decide todo, también quién es el tesorero.
En el partido se ha instalado esa idea del chantaje, reforzada por las amenazas que Bárcenas ha lanzado a diversas personas en estas semanas, y por la información de que se está llevando documentación comprometida de la sede, hasta nueve cajas.
Preguntado por este último extremo, Rajoy admitió implícitamente que no lo ha investigado y tampoco llegó a desmentirlo tajantemente. ¿Ha abierto una investigación para saber si el tesorero se llevó nueve cajas de documentos del partido?, le preguntaron. "No me consta que se las haya llevado. Si me pregunta si se las ha llevado, yo no lo sé, lo que digo es que no me consta".
El tesorero, que ha contado a su entorno en las últimas semanas que se ha llevado documentos, y en concreto esas cajas, según su relato, el fin de semana del 4 de julio, ha cambiado de estrategia y ahora lo desmiente con el siguiente argumento: "¿Cómo se puede creer que yo me lleve cajas de documentos en la época del pen drive?".
Esto es, el tesorero ni siquiera rechaza en privado la posibilidad de que se esté llevando documentos, rechaza sólo el formato, aunque lo hace después de que se haya publicado, antes lo contó a varias personas.
Rajoy, que había decidido ayer mojarse todo lo que no se había mojado en las últimas semanas, también se volcó en la defensa de Francisco Camps. El líder del PP no había dicho una sola palabra desde que el juez José Flors, en un auto muy duro contra el presidente de la Generalitat, decidió que hay pruebas más que suficientes para mantener la imputación por cohecho de Camps y abrir un juicio oral.
Rajoy no atacó ayer al juez, como había hecho con Baltasar Garzón. Flors es un hombre conservador, miembro de la asociación Francisco de Vitoria, inatacable políticamente. Por eso Rajoy se concentró en defender a Camps y en elaborar una nueva teoría política, ajena al derecho: la de que el presidente de la Generalitat ya habría pagado suficiente pena con el martirio público recibido.
"La pena por el cohecho impropio son 2.500 euros. Es evidente que Camps lleva cuatro meses pagando una pena mucho mayor, y la pena de banquillo es aún mayor que esos 2.500 euros. Pero yo soy hijo de juez y creo en la justicia", sentenció.
El presidente del PP minimizó así el posible delito y obvió que los regalos a Camps fueron realizados por una red presuntamente corrupta que recibió al menos ocho millones en contratos públicos de la Generalitat.
Una red que recaló en Valencia después de que el entorno de Rajoy los expulsara de Madrid por corruptos. Aunque en su entorno hay muchos que dudan de que Camps pagara todos sus trajes, Rajoy insistió en defender la palabra de uno de sus grandes valedores en la guerra interna del PP: "Creo que Camps pagó sus trajes, pero creo que es absurdo pensar que un presidente autonómico se venda por tres trajes. Y el sentido común también es importante en derecho".
Rajoy y 'Gürtel'
- Chantaje al líder. "Soy sospechoso de muchas cosas, pero si algo he demostrado en política es que no acepto chantajes ni presiones. Dicho esto, a mí Bárcenas no me ha chantajeado. Yo no funciono a base de presiones".
- Cajas de documentos. "No me consta que Bárcenas se haya llevado cajas de documentos del PP. Si me pregunta si se las ha llevado, yo no le sé, lo que digo es que no me consta".
- El final de la película. "Es difícil saber cómo afectará Gürtel al PP. Tenemos problemas, problemas judiciales, pero hay que esperar a ver cómo terminan. La gran mayoría de los españoles no hacen un juicio del día a día, tienen la buena costumbre de esperar a ver el final de la película".
- Cómo está el PP. "Somos un partido unido, hemos ganado las gallegas y las europeas, estamos muy animados y contentos. Yo sé dónde estoy y sé lo que estoy haciendo. El Comité de Dirección apoya lo que estoy haciendo".
- Camps ya ha pagado. "La pena por el cohecho impropio son 2.500 euros. Es evidente que [Francisco] Camps lleva cuatro meses pagando una pena mucho mayor, y la pena de banquillo es aún mayor que esos 2.500 euros. Pero yo soy hijo de juez y creo en la justicia".
- ¿Recibe usted regalos? "El cohecho impropio consiste en recibir regalos aunque sea a cambio de nada. Se habla de los usos sociales habituales, pero ¿qué son? Al final, esto lo interpreta y lo decide un juez. Todo el mundo sabe de qué va esto".
- Los trajes de Camps. "Creo que Camps pagó sus trajes, pero creo que es absurdo pensar que un presidente se venda por tres trajes. Y el sentido común es importante en derecho".
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