_
_
_
_
_

"Es como si yo fuese a los Rolling"

El concierto de los Jonas Brothers visto por los pacientes padres

Carlos Marcos

Elvis Costello y Johnny Cash. Se mire desde la ubicación que se quiera, es la forma más extraña de empezar una crónica de un concierto de los Jonas Brothers, actual fenómeno fan adolescente. Pero a las 13.30 y en el Hotel Ritz saltó la noticia. Los hermanos Kevin, 21 años, Joe, 20, y Nick, 16, ofrecían una rueda de prensa previa a su recital. Un periodista pregunta: "¿Cuáles son vuestras influencias?". Nick, el pequeño de la familia, agarra con suavidad el micrófono, acerca su boca y suelta la bomba: "Elvis Costello y Johnny Cash". Algunos periodistas de revistas adolescentes se cruzan miradas: "¿Quién rayos son esos?".

Cuatro discos, cuatro, componen la discografía del trío, y encontrar algún atisbo de influencia en su música con los maestros Costello y Cash es misión imposible. Pero los chavales se lo creen.

Una familia de Sevilla olvidó las entradas y un amigo se las trajo en AVE

Ya por la noche, a la hora J, de Jonas, los tímpanos descubrieron lo que iban a sufrir durante esa velada. Las gargantas de 18.000 adolescentes atronaron en un llenísimo Palacio de los Deportes. Los pacientes padres contemplaban, quizá por primera vez, a sus hijos en situación desatada. "Estoy encantada", decía María Cabrera, de 46 años, "es el primer concierto de mi hija. Es como si yo fuese a ver a los Rolling, mi grupo favorito". La cría, Inés, de 10 años, asentía feliz.

U2 es la banda favorita de Roberto Riera, de 42 años, otro padre feliz. "Aquí, a pasármelo bien con mi hija", decía mientras miraba a su retoño, Paula, de 10 años, con un JB (de Jonas Brothers) pintarrajeado en el rostro.

El panorama era bien distinto para la andaluza familia Martínez. La situación era la siguiente. El matrimonio, su hija de 15 años y una amiga de 16 cogen en AVE de Sevilla a Madrid para que las niñas vean el concierto. Se alojan en un hotel y cuando salen a desayunar, la niña pregunta: "Papi, ¿seguro que has cogido las entradas?". Sudor frío. Los dorados papelillos se han quedado en Sevilla. Solución: rogar a un amigo que coja el primer AVE a Madrid y les lleve las entradas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Las niñas se pasan sollozando las siguientes cuatro horas, pero los tickets llegan. "Son chicas de muy buenas notas, así que no nos preocupan los sacrificios", explica la madre, Gabriela Martínez, de 48 años. Y remata: "En mi época era Miguel Bosé, y ahora son estos tres chicos. Es así".

A todo esto, los hermanos ya llevan un rato en el escenario. Y apuntan maneras. Sobre todo el cantante, Joe, que domina los movimientos y al público con bastante desparpajo.

Además, canta bien el chaval. Kevin y Nick le escoltan con las guitarras y toman la voz principal en alguna canción. Detrás, hasta 10 músicos atizando la máquina del pop rock Disney. Hasta que se cortó la correinte y desaparecieron del escenario un par de temas antes de acabar el concierto. Ahora, de Costello y Cash, ni rastro.

Un momento de entrega total de los adolescentes con los tres hermanos sobre el escenario.
Un momento de entrega total de los adolescentes con los tres hermanos sobre el escenario.C. R.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_