España tiene una lista de políticos rusos implicados en mafias
Destituido un cargo de la fiscalía rusa relacionado con detenidos en España
La información obtenida a lo largo de la operación Troika (15 detenidos en junio de 2008) contra la mafia rusa en España está resultando muy incómoda para Rusia por una razón: los principales detenidos mantenían relaciones muy fluidas con miembros relevantes de su Gobierno y Administración. Esas relaciones alcanzan a ministros y ex ministros, entre ellos el actual titular de Defensa. ¿Hasta qué punto esa relación era delictiva? Secreto del sumario: la información está en manos de la Fiscalía Anticorrupción española.
No obstante, hace unos días, Igor Soboleski, un alto cargo de la fiscalía rusa, fue destituido. No se dio explicación del cese, pero medios informativos rusos llegaron a la misma conclusión: la verdadera causa de su caída está en España y en sus relaciones con Guenadi Petrov, el principal detenido en la operación Troika.
Las autoridades rusas han aprovechado cada visita a España para afianzar las relaciones de cooperación en materia judicial y policial. Dicho así puede parecer el típico convenio de cooperación hueco de contenido que se firma en toda visita de carácter diplomático; pero desde que existe la operación Troika las visitas de altos funcionarios rusos no han tenido otro objetivo que el de recopilar información acerca de las actividades de sus compatriotas detenidos en España. Desde septiembre de 2008 se han producido al menos media docena de reuniones, algunas de las cuales han contado con la presencia de Baltasar Garzón, juez instructor de la operación, o con el propio Cándido Conde-Pumpido, fiscal general del Estado.
La operación Troika es la culminación de otras dos operaciones anteriores (Mármol Rojo y Avispa) dirigidas desde la Fiscalía Anticorrupción española, cuyo principal objetivo era la actividad de ciertos personajes importantes de las organizaciones mafiosas rusas que residían de forma permanente en España desde años atrás. La experiencia de los errores cometidos en las operaciones anteriores -con filtraciones y sospechosos que lograron eludir la detención- permitió afinar mucho mejor la investigación y el conocimiento de qué papel interpretaba cada cual en las organizaciones criminales rusas.
Policía y Guardia Civil vigilaron los movimientos y grabaron las conversaciones de los sospechosos. El material acumulado es muy valioso, no tanto sobre las actividades de estos personajes en España (principalmente blanqueo de dinero) sino sobre sus negocios y relaciones en Rusia y países de la Europa central. Petrov hablaba de negocios con ministros, con generales, con altos cargos de la fiscalía. Algunos se dirigían a él como "Mi caudillo".
Buena parte de esa información está ya en manos de Rusia. Y la primera consecuencia ha sido la destitución de Igor Sobolevski, reflejada en algunos diarios y revistas de Moscú. La revista Fontanka avisa: "Se dice que en la lista española figuran algunos apellidos relevantes más", mientras que el diario Moskovsky Consomolets, con una tirada de 2,5 millones de ejemplares y de carácter sensacionalista, se preguntaba en uno de sus titulares: "¿Qué vinculación existe entre el destituido y el capo criminal en España?". Y añadía: "Sobolovsky figura en la documentación de la investigación. Parece que éste se comunicaba regularmente con Petrov y los servicios especiales sabían de sus conferencias telefónicas y, quizás, de sus entrevistas".
Las autoridades españolas no tienen un interés especial en interrogar a Sobolevsky. Según fuentes policiales, es la fiscalía rusa la que interrogará en España en próximas fechas a Petrov, Malishev e Izguilov -este último por implicación en un caso de asesinato-.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.