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Salud

La dieta determina la fertilidad masculina

Una dieta equilibrada supone un beneficio para la fertilidad masculina. Comer pocas frutas y verduras se asocia con una baja capacidad reproductora del semen, según los resultados de un estudio que publica el último número de la revista Fertility and Sterility, en el que han participado investigadores de la Universidad de Murcia, la Universidad Miguel Hernández, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y el Instituto Bernabeu de Alicante. Según la investigación, el consumo de estos alimentos, ricos en antioxidantes, retarda o previene la oxidación de otras moléculas.

El equipo español lleva cuatro años analizando la asociación entre hábitos dietéticos y ocupacionales y la calidad del semen en varones que acuden a clínicas de fertilidad en España. El estudio se ha realizado con 61 hombres que acudieron a alguna de estas clínicas con su pareja, 30 de ellos con problemas reproductivos. Los investigadores pudieron ver que los individuos sin problemas, es decir, con una buena calidad seminal, consumían más verduras y frutas y, por tanto, más vitaminas, ácido fólico y fibra y menos proteínas y grasas.

Cítricos y pimientos

En definitiva, comer alimentos como los cítricos, los pimientos o las espinacas baja el nivel de estrés oxidativo que interviene en la calidad seminal. En quienes toman más vegetales y frutas se registran valores superiores en parámetros determinantes a la hora de valorar la calidad seminal: la concentración, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.

El pasado mes de marzo el mismo equipo publicó los resultados de otra investigación en la que mostraban que los hombres que comían mucha carne y lácteos grasos tenían una menor calidad seminal que aquellos que consumían más frutas, verduras y lácteos desnatados. Las grasas acumulan tóxicos y contaminantes que podrían estar detrás de esta disminución de la calidad seminal.

Cada vez hay más estudios que indican que la fecundidad masculina ha disminuido durante las últimas décadas. Muchos apuntan a que la exposición a tóxicos y contaminantes a través de la dieta u otros factores ambientales puede comprometer la capacidad reproductiva del varón incluso antes de nacer si su madre vivió durante su embarazo en un entorno contaminado.

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