La inversión recela de los valores bancarios
El aviso de la agencia de calificación Moody's sobre la próxima revisión de la calificación de la deuda del sector bancario español ha conseguido enfriar los ánimos de los inversores respecto de los valores bancarios. El resultado ha sido una sesión llena de altibajos en la que la cotización de los bancos presionaba a la baja frente al impulso alcista del resto del mercado.
El Ibex 35 abrió con ligeras subidas que muy pronto se convirtieron en un descenso del 0,86%, para pasar a ganar hasta el 1,15% tras la apertura al alza de la Bolsa de Nueva York. Al final de la sesión bajó la presión para limitar la ganancia al 0,51%, con lo que este índice queda en 9.389,40 puntos. También la Bolsa de Nueva York cerró con un descenso del 0,62%.
El actual impulso alcista de los mercados de valores empieza a frenarse al contrastar la altura de algunas cotizaciones con las expectativas del valor en cuestión. Las retiradas menudean y las dudas aumentan, imponiéndose una referida a la posible precipitación en la vuelta del dinero al mercado.
Los inversores hicieron un caso relativo del anuncio de Moody's sobre la banca española, en parte porque la propia agencia advierte del escaso impacto de una posible rebaja en la calificación al contar el sector con el aval gubernamental para sus emisiones de deuda. Aun así, las razones para la revisión no han caído en saco roto, sobre todo después de conocer que el PIB del primer trimestre se contrajo el 1,9% y el 3% respecto del mismo periodo del año anterior. El descenso en la actividad económica acabará afectando al negocio bancario y los beneficios podrían quedar por debajo de las expectativas de las entidades.
Frente a esta situación, el anuncio de la próxima puesta en marcha en Estados Unidos del plan de "limpieza" de los activos depreciados de la banca, apenas afectó positivamente a la Bolsa de Nueva York, en la que algunos valores bancarios encabezaban los descensos y, en cierto modo, propiciaban los altibajos.
En los mercados del petróleo se rompió la resistencia de los 60 dólares por barril, como respuesta a los indicios de que la recesión toca fondo, lo que puede hacer más lenta la recuperación. No obstante, el descenso en el dato semanal de reservas de crudo de Estados Unidos también parecía tener mucho que ver con este nuevo impulso.
