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Reportaje:

Los bohemios y las letras

Un ciclo recuerda en Sevilla la trayectoria de los escritores Alejandro Sawa, Cansinos Assens y Lasso de la Vega

La literatura y la bohemia trenzaron un tejido inextricable en España en el primer tercio del siglo XX. Los hoy considerados grandes de la literatura, como Azorín, Pío Baroja o Antonio Machado, se cruzaban con aquellos otros aspirantes a escritor que se perdieron en los descampados de la bohemia. Unos forjaron obras perdurables; otros se convirtieron en personajes que transitan entre la realidad y la ficción a través de decenas de anécdotas y leyendas.

La Feria del Libro de Sevilla presenta el ciclo Bohemia y literatura, que se centra en tres escritores sevillanos que conocieron como pocos ese ambiente de cafés, sablazos y picaresca. Alejandro Sawa, el centenario de cuya muerte se cumple este año, Rafael Lasso de la Vega y Rafael Cansinos Assens protagonizan el ciclo, que, organizado por la Consejería de Cultura en colaboración con la Fundación José Manuel Lara, se inició ayer y concluirá mañana en la pérgola de la feria. El periodista Alfredo Valenzuela coordina el ciclo.

Cansinos Assens es el autor de La novela de un literato, un libro fundamental para conocer el mundillo de los escritores del primer tercio del siglo XX. Sus retratos de los bohemios que pululaban por las tertulias y cafés palpitan hoy con la intensidad de la buena literatura. Sawa fue inmortalizado por Ramón del Valle-Inclán, que lo convirtió en protagonista de Luces de bohemia. Lasso de la Vega es el menos conocido de este trío, aunque algunas leyendas sobre su vida se resisten a desvanecerse. Se cuenta que una amiga le dejó su casa. Lasso de la Vega correspondió a este gesto de generosidad empeñando los muebles. Cuando agotó todos los recursos, el hambre le llevó a comerse el perro de su amiga.

El ciclo reúne a escritores y especialistas. El programa de ayer -dedicado a Lasso de la Vega- incluyó a Andrés Trapiello, Juan Manuel Bonet y Aquilino Duque. Hoy le tocará el turno a Cansinos Assens, del que hablarán Jesús Pardo, José Esteban y Rafael, hijo del escritor sevillano. La jornada de mañana estará centrada en Sawa y contará con la participación de Mauricio Wiesenthal, Amelina Correa y Gonzalo García Pelayo, que hizo realidad el sueño del escritor: ganar mucho dinero en los casinos.

Andrés Trapiello opina que "la bohemia es la dignificación de la miseria". "El bohemio es lo que hoy podríamos considerar el autor de culto, lo que es una manera delicada de nombrar el fracaso", señala. "El bohemio es una especie de romántico rezagado. Quienes ponen fin a la bohemia son los escritores de la Generación del 98. Unamuno es profesor y Azorín, periodista. Baroja no quiere saber nada de tertulias de café y funda una editorial. El único que mantiene una estrecha relación con la bohemia es Valle-Inclán. En la bohemia se refugian los escritores menos talentosos. El último gran escritor que dignificó la bohemia fue Rubén Darío, que era un bohemio de lujo", concluye Trapiello.

Por su parte, Mauricio Wiesenthal cree que "la bohemia literaria juega un papel decisivo porque configura la idea de que la literatura es un arte y de que el escritor es un artista". "La bohemia representa en las literaturas española y francesa la rebelión del artista contra la burguesía y la vida burguesa", recalca Wiesenthal. Ese mundo donde lo más sublime del arte se enfangaba con la picaresca más sórdida revive estos días en la Feria del Libro de Sevilla.

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