Zapatero gana el debate a Rajoy por 23 puntos en plena crisis económica

Con España instalada en la recesión y 7.000 parados más cada día, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero salió más que vivo ante la opinión pública del debate sobre el estado de la nación, celebrado los pasados 12 y 13 de mayo. La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizada los días 13 y 14 -justo al término de las maratonianas sesiones en el Congreso-, concluye que, a ojos de los ciudadanos, el presidente ganó el debate por más de 23 puntos sobre el líder del PP, Mariano Rajoy. Es la distancia más corta de los cuatro debates que ambos han mantenido desde 2005 -siempre ganó Zapatero-, pero llega en el momento en el Rajoy lo tenía aparentemente más fácil para remontar.

- La ventaja más corta. La encuesta se ha elaborado a partir de 1.520 entrevistas, y a la pregunta "¿Quién cree que ganó el debate?", el 37,6% de los encuestados da vencedor a Zapatero; sólo el 14,4% cree que se impuso Rajoy. Casi un tercio de los ciudadanos (29,3%) sentencia que no ganó ninguno. Así que el presidente del Gobierno vuelve a ganar el cara a cara, aunque con menos ventaja que en los cuatro anteriores debates sobre el estado de la nación. Zapatero pierde 5,5 puntos en comparación con el último enfrentamiento, el de 2007, pero Rajoy no lo aprovecha porque también baja ligeramente.

- Duran y Díez convencen. El presidente del Gobierno es quien más aplauso recibe de los encuestados: un 41,5% cree que su discurso estuvo bien o muy bien, frente a un 30,2% al que le pareció mal o muy mal. Justo por detrás de él en valoración ciudadana se sitúa Josep Antoni Duran (CiU), que es, además, el que menos opiniones negativas recibe de todos los portavoces parlamentarios. Y, en tercer lugar, Rosa Díez (UPyD), que gustó al 23,9% y desagradó al 13,8%.

Duran y Díez pasan por delante de Rajoy, el dirigente que despierta la mayor censura ciudadana: las intervenciones del líder del PP le parecieron bien o muy bien sólo al 22,2%, y mal o muy mal al 44,5%. En cualquier caso, al margen de la brillantez de los discursos, la mayoría (54,1%) confiesa que comparte pocas cosas o nada de lo que dijo Zapatero, y ese desapego sube hasta el 67,4% en el caso de Rajoy.

- Zapatero sabe comunicar; Rajoy conoce los problemas. Los dos dirigentes tienen sus puntos fuertes y sus puntos flacos, aunque Zapatero se impone en la mayoría de los aspectos planteados: el presidente del Gobierno destaca sobre todo, según los encuestados, por su moderación y su capacidad de comunicación con los ciudadanos, y también gana a Rajoy en sensibilidad hacia los problemas de los españoles, tiene una mayor capacidad de encajar las críticas y muestra más iniciativa política. El líder del PP, por su parte, conoce mejor los problemas de España, es más realista y tiene más sentido práctico que Zapatero.

- Un debate monotemático, tenso y lleno de reproches. Al 44,3% de los entrevistados le parece que los debates sobre el estado de la nación "son interesantes pero no tienen mucha utilidad" -otro 28% cree que sirven "para aburrir a la gente" y un 23,2% los juzga muy útiles-. Tres de cada cuatro españoles tenía conocimiento de su celebración, y quienes lo siguieron tienen muy claro de qué hablaron sus señorías: el 47,7% afirma que el tema principal fue "la crisis económica"; otro 18,1% cita el paro, y un 11,6% responde "economía". En realidad, las tres cosas vienen a ser la misma, y sí, la crisis copó el debate en el Congreso. Un debate que según el 59,4% fue "bastante o muy conflictivo" y en el que predominaron "las críticas, reproches y acusaciones de unos a otros" (lo dice el 78,5%) frente a las "propuestas para solucionar los problemas del país" (13,1%).

- Uno de cada tres españoles no habla de política. La sociedad española es de centro-izquierda, a juzgar por la muestra tomada por el CIS. Y se informa de política, principalmente, a través de la televisión: el 42,2% ve noticias políticas todos los días, el 32% las escucha en la radio y el 22,1% las lee en los periodicos. Un 30% no habla "nunca" de política con sus familiares o amigos.