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Puig se suma a las empresas de los 1.000 millones de euros

El grupo familiar catalán duplica de largo su beneficio

Las ventas de perfumes en los aeropuertos se están resintiendo con la crisis este año. Y mercados fuertes como Estados Unidos y España notan la menor alegría en el gasto de los consumidores. Así que 2009 se presenta "complicado", auguran fuentes de Puig, el grupo catalán que controla el 5% de cuota mundial en su negocio de las fragancias, con marcas como Nina Ricci, Prada y Carolina Herrera.

Pero la empresa acabó 2008 rompiendo la barrera psicológica de los 1.000 millones de euros, un listón que sólo han superado un puñado de industrias autóctonas de capital familiar, a veces bautizadas como "campeones ocultos" porque van por por el mundo vendiendo con sigilo, y a veces descritas también como "multinacionales de bolsillo".

Bien por encima de los 1.000 millones están colocadas desde la siderúrgica Celsa (Rubiralta) hasta el grupo de equipamiento para cuartos de baño Roca (Roca), pasando por la alimentaria Agrolimen (Carulla), la farmacéutica Almirall (Gallardo), la multinacional del juego Cirsa (Lao), la embotelladora y distribuidora de Coca-Cola Cobega (Daurella), Planeta tras la compra de Editis (Lara) y la nueva constructora Comsa-Emte (Miarnau y Sumarroca). "Tenemos empresas potentes con una clara pulsión hacia la internacionalización y el crecimiento, que tienen en común el compromiso de la familia con la empresa al tiempo que se profesionaliza la gestión, pero sigue existiendo un claro problema de falta de dimensión y, sobre todo, de acceso a un mercado global", reflexiona Alberto Gimeno, experto en empresa familiar de ESADE, para quien "hacer público el crecimiento es sano por el efecto imitación".

En el caso de Puig, cuyas riendas ejecutivas van ya por la tercera generación y que preside Marc Puig, pasar la barrera de los 1.000 millones era una meta del plan director 2005-2008. El año pasado, los ingresos netos del grupo, que se ha ido abriendo a nuevos sectores, como la cosmética y la moda, se colocaron en 1.036 millones, el 8,5% más, con un beneficio neto de 86 millones, 2,5 veces el resultado de 2007. La empresa, a la que la península Ibérica ya sólo aporta un 35,4% del negocio, atribuye el resultado a la culminación de su plan director, que buscaba mayor rentabilidad, y al éxito del lanzamiento de marcas como el One Million, que ha empujado un 43% de las ventas de Paco Rabanne. Carolina Herrera sigue como primera marca del grupo, que ha seguido entrando en nuevos mercados, como Brasil, junto a India, Oriente Medio y China.

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