_
_
_
_
Gran Premio de España
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Sobrevivir con 45 millones

Si un tema ha estado candente durante el fin de semana ha sido el del recorte de presupuestos planteado por Max Mosley, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Los equipos están que trinan ante la posibilidad de que les impongan una reducción tan drástica en la inversión económica, porque la mayoría tienen unas estructuras tan enormes que no podrían sobrevivir con los 45 millones de euros propuestos por la FIA. En el paddock los directores de equipo no hablan de otra cosa. Ayer se reunieron durante más de dos horas para establecer una estrategia común frente a Mosley, con quien va a reunirse Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari y de la FOTA (Asociación de Equipos de F-1) en las próximas semanas.

Más información
Brawn gana todas las batallas

El problema que plantea una reducción tan drástica de los gastos -ahora algunos equipos gastan hasta 300 millones- es que las plantillas actuales de 700 personas deberían reducirse hasta menos de la mitad. Y eso no sólo supone una inversión enorme de dinero para financiar los despidos, sino una situación moralmente inaceptable. Todos los equipos están de acuerdo en que hay que bajar los costes, pero de una forma progresiva, tal como ya vienen haciendo desde el año pasado. Esta temporada han bajado entre un 30% y un 40%. Y el año próximo preveían reducir aún más sus presupuestos hasta situarlos en alrededor de 100 millones. La negociación con Mosley puede permitir situar la cifra en 65 o 70 millones por año y equipo.

Lo que no están dispuestos a aceptar bajo ningún concepto los grandes fabricantes es que la aceptación de este presupuesto suponga unas ventajas técnicas tan enormes que lleve a una doble categoría de coches y reglamentos en el mismo campeonato. El nuevo reglamento de Mosley concede tales ventajas a quienes se cuadren a sus exigencias económicas, que desvirtúan la competición: un KERS situado donde quieran y con doble potencia (160CV), alerones delantero y trasero regulables tantas veces como quieran, motor sin límite de rpm, utilización de todos los motores necesarios sin penalización, libertad de utilización del túnel de viento y de los tests invernales. Los demás equipos, aquellos que no se plieguen y quieran mantener sus plantillas, no contarán con todas estas ventajas.

La segunda cuestión que quieren clarificar los equipos es qué abarca y qué no el recorte. Mosley dijo que en los 45 millones no se incluían los motores, los sueldos de los pilotos, todo lo relacionado con la mercadotecnia, invitaciones, ni el dinero recibido por los derechos de televisión. La inversión en el coche sería de 45 millones, pero las escuderías podrían seguir invirtiendo 200 en todo lo demás. Con eso, Mosley pretende potenciar a los equipos más débiles y retornar un poco a los orígenes: que las escuderías dependan de personas que respondan por sí mismas de su continuidad y no de grandes empresas capaces de cortar de un plumazo sus aportaciones a la F-1, como acaba de hacer Honda.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_