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Entrevista:RAIMON | Cantante

"Al vent' es una gran metáfora"

Miquel Alberola

Al vent cumple 50 años. Su compositor tenía entonces 19 años y ni siquiera se llamaba Raimon. Era Ramon Pelegero Sanchis, de Xàtiva, y estudiaba historia en Valencia. Un día iba de paquete en la vespa de un amigo hacia Valencia y le daba el viento en la cara. Todo lo demás hervía en su cabeza. Al final del trayecto la canción estaba hecha. Sin saberlo, había condensado una furia de siglos, hombres y piedras en su música y su letra. Se trataba de un himno tan potente que agrietó la costra que apresaba a varias generaciones. Su aullido asustó entonces a la dictadura y medio siglo después todavía resulta inquietante para algunos gobernantes.

La Universidad Politécnica de Valencia celebra hoy los 50 años de la canción con un recital antológico de Raimon, varias publicaciones -la reedición del poemario D'aquest viure insistent y la histórica biografía sofre el autor que escribió Joan Fuster- así como una exposición alrededor del cantante nacido en 1940 en Xàtiva que podrá visitarse hasta el 23 de junio.

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Raimon sitúa la génesis de Al vent en la mezcla de acontecimientos que vivió a partir de marzo de 1959, cuando la Universidad de Valencia celebró el quinto centenario de la muerte de Ausiàs March, en cuyo acto declamó unos versos del poeta de Beniarjó. "Había conocido a Joan Fuster, venía de Xàtiva y había sentido el rechazo que había a la lengua en las universidades porque te consideraban de pueblo, llevaba en la cabeza lecturas de Camus y Sartre..., todo contribuyó", recuerda ante una copa de vino blanco en un hotel de Valencia.

Pregunta. ¿La escribió en valenciano como consecuencia del descubrimiento de March?

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Respuesta. No, porque cuando leí a March no lo entendía. Ahora, sí, porque lo he trabajado mucho. Don Miquel Dolç, que era el catedrático de Latín, me enseñó a leer los decasílabos con la cesura y la acentuación donde correspondían. El poema que leí, Elogi a Teresa, lo entendí rápidamente, con alguna ayuda de Dolç, pero cuando intenté profundizar me dije: ya lo leerá quien quiera. Poco a poco fui insistiendo y 10 años después hice Veles e vents. No creo que influyera conscientemente en mí. Fue el ambiente, y que era mi lengua normal.

P. Al vent cambió su rumbo.

R. Siempre me gustó cantar, pero quería estudiar historia. El disco se publicó en marzo de 1963 y tuvo un impacto increíble. En junio terminé la carrera y opté. Pero si lo llego a grabar antes de terminar la carrera, no sé si habría sido cantante.

P. La primera vez que la cantó en público fue en una tasca de Valencia, Casa Pedro.

R. Fue la primera vez fuera de la Universidad. Debió de ser en 1961. Canté Al vent y Les feuilles mortes, pero de lo que más me acuerdo es de que me dieron 40 duros, porque entonces, que funcionaba con becas, me venían muy bien.

P. Al vent era una canción extraña para la época.

R. De hecho, hubo mucha gente que me preguntó quién la había hecho. Les decía que yo, pero insistían: ¿de quién la has traducido? Cómo la iba a traducir si ni siquiera sabía bien la lengua. Sólo la hablaba, que era lo natural para mí, sin haber estudiado nada. Fue pura chamba. La letra era impensable: en busca de Dios... Manolo Sacristán lo explicaba muy bien. Era la cosa de la adolescencia, la entrada en el mundo de la división del trabajo, la sociedad adversa, las lecturas, la presión de la dictadura... Al vent es una gran metáfora que simboliza todo eso. En aquel momento yo sé muy poco, todo es más instintivo, más fisiológico.

P. Por fin canta en Valencia.

R. Lo hago muy cerca, en la Politécnica. Desde el año 2000 no lo hacía. Me habría gustado cantar unos días en el teatro Principal, pero no cuentan conmigo.

P. ¿Siempre fue una ciudad difícil para usted? ¿A qué lo atribuye?

R. Posiblemente soy un personaje incómodo. Si estoy de acuerdo, digo que sí, y si no, digo que no. Me han propuesto cosas a las que he dicho no. Eso molesta.

P. Sigue haciendo canciones.

R. El año próximo haré un disco. Tengo unas cuantas inéditas.

Raimon, cerca de lo que fue Casa Pedro, donde cantó <i>Al vent</i> en 1961.
Raimon, cerca de lo que fue Casa Pedro, donde cantó Al vent en 1961.JESÚS CÍSCAR

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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