El 'sheriff' de Coslada afirma que pedirá la readmisión en la policía

Como una estrella. Así abandonó ayer Ginés Jiménez, el sheriff de Coslada, la cárcel de Alcalá-Meco, en la que ha pasado los últimos 11 meses. Su abogado atravesó la entrada de la prisión con coche, por si su cliente prefería esquivar a la turba de periodistas que le esperaba fuera. Una hora después, a las siete de la tarde, el ex jefe de la Policía Local de Coslada, acusado de prevaricación, tenencia de armas, cohecho y extorsiones, avanzaba con paso firme hasta la puerta de salida. Un saludo con la mano, un retoque al pelo canoso que bailaba rebelde por culpa del viento, y estuvo listo para ofrecer a los micrófonos la declaración que había preparado. Eso sí, nada de preguntas.

Su abogado pagó los 9.000 euros de fianza que le impuso el juez

"Quiero agradecer a la Administración de justicia, en la que confío plenamente, que haya modificado la medida cautelar. He estado muchos años en mi profesión colaborando con la justicia y ahora igual lo voy a hacer". Ginés volvió ayer a su casa gracias a un auto del Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid, que estimaba el recurso de reforma presentado por el abogado Oskar Zéin. No era la primera vez que lo intentaba. "Siempre hemos tenido esperanza", explicó Zéin, que custodió en todo momento a su defendido. Incluso pagó él mismo los 9.000 euros de fianza exigidos para la ejecución de la libertad provisional. "Ya hablaré con mi cliente", alegó el letrado, "en principio, he puesto yo el dinero".

Ginés Jiménez, de 53 años, se sigue declarando inocente. "Lo dije el primer día", recordó. Las explicaciones las dio su abogado: mantiene que fue el cabeza de turco de una información manipulada. "Estos días voy a estar con mi familia, con mis amigos, con mis compañeros y con la gente que ha mostrado interés y se ha preocupado por mí", continuó Ginés, sonriente y tranquilo. "Y después haré declaraciones. Pienso contestarles todas las preguntas que me hagan, pienso aclarar todos los asuntos", zanjó. Por el momento era suficiente. No quería decir más. Una mirada a su abogado bastó para que éste le hiciera un hueco por el que batirse en retirada. Antes de entrar al coche, concedió una breve respuesta. "¿Va a solicitar la readmisión al cuerpo de policía?" "Por supuesto que sí".

La llamada Operación Bloque destapó en mayo de 2008 una trama de corrupción y extorsión policial de la que Ginés Jiménez, conocido en Coslada como el sheriff, era el supuesto cerebro. De los 27 agentes detenidos, 13 estuvieron en prisión preventiva. Ginés Jiménez era el único que quedaba encarcelado. Algunos de sus subordinados han vuelto incluso a su trabajo.

El pasado mes de julio, cinco agentes imputados se reincorporaron al servicio. La Policía Local de Fuenlabrada, la encargada de examinar la eventual responsabilidad administrativa de los agentes imputados, consideró que la gravedad de los hechos de que se les acusaban no les impedía seguir trabajando. Un sexto agente, al que se le denegó la reincorporación, presentó una querella contra el Ayuntamiento de Coslada y ganó el reingreso cautelar (hasta que se juzguen los hechos que motivaron la detención) por decisión judicial, informa F. Javier Barroso.

Después de que el juez, teniendo en cuenta "el año de prisión preventiva, el estado de la instrucción de la causa, las diligencias practicadas y las que quedan por practicar, los delitos imputados y la pena que en su caso pudiera corresponderle" considerase ayer adecuada la puesta en libertad de Ginés, será el sheriff el próximo en solicitar volver al cuerpo.