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El PSC corrige el optimismo del Gobierno sobre la nueva financiación

Ni el pacto sobre el nuevo sistema de financiación autonómica es inminente ni el optimismo que derrocha el Gobierno central es compartido por el catalán. El único avance que admiten en el Partit dels Socialistes (PSC) y, por ende, el presidente de la Generalitat, José Montilla, es la manifiesta predisposición de los nuevos ministros a cerrar un acuerdo cuanto antes. Las declaraciones públicas de representantes de una y otra parte confirmaron ayer este diagnóstico. Mientras el flamante vicepresidente y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, afirmaba en TVE que el pacto puede suscribirse en mayo porque "ya hay bastantes cabos atados", el portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, en TV-3, echaba agua fría a estas declaraciones: "El acuerdo aún no lo tenemos, y si no lo hemos tenido desde hace tiempo, es porque es muy difícil poder cerrar el tema en poco tiempo".

Fuentes del Gobierno catalán consultadas ayer por este periódico señalaron que los únicos cambios en los últimos días han sido "las buenas palabras" del Gobierno central, pero que éstas no se han materializado sobre el papel. Y menos cuando tanto Elena Salgado, nueva responsable de Economía, como Manuel Chaves, de Política Territorial, están pendientes de confeccionar sus equipos ministeriales. "Es lógico que la ministra Salgado sea prudente en este sentido", afirmó Iceta, "pero la voluntad del Gobierno es obvia: quiere cerrarlo pronto".

Crisis en el tripartito

Sin embargo, los socialistas catalanes rechazan estas presiones y repiten machaconamente que nunca firmarán un mal acuerdo, aunque creen improbable este escenario. "No me imagino un no acuerdo, aunque la paciencia de nuestro partido para lograr un acuerdo de financiación no es infinita. No podemos instalarnos en una negociación permanente y eterna que no llegue a ningún sitio", agregó Iceta en su entrevista a TV-3. "Nosotros no bajaremos del burro", sentenció.

El líder de Esquerra Republicana, Joan Puigcercós, apremió a ambos gobiernos a sellar un acuerdo en "dos o tres semanas", aunque admitió que las propuestas planteadas hasta ahora por el Ministerio de Economía no satisfacen las expectativas catalanas. "Si no hay un cambio radical, el Gobierno [catalán] deberá plantarse", manifestó en la emisora Catalunya Ràdio. Y admitió que el desenlace de esta negociación condicionará la estabilidad del tripartito.

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