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Reportaje:

Alcaldes de toda la vida

Siete regidores cumplen 30 años en el cargo

Llevan toda la vida con la vara de mando en las manos, aunque la mayoría nunca ha subido a un coche oficial. Llegaron al cargo de alcalde el 3 de abril de 1979, a fuerza de votos gracias a la recuperación de la democracia, y 30 años después siguen en sus puestos merced al refrendo popular. Solo siete regidores de la Comunidad Valenciana tienen el privilegio de celebrar tan relevante efemérides democráticas. Seis presiden municipios de Alicante (L'Atzúvia, Almudaina, Benimantell, Formentera del Segura, Granja de Rocamora y L'Alqueria d'Asnar) y el otro es Costur (Castellón). Todos coinciden en que el secreto para mantenerse es "trabajar mucho cada día" y llevarse bien con "todo el mundo".

"El secreto está en atender y resolver los problemas", dice un veterano regidor

Alejados de las disputas partidistas, observan cómo ha evolucionado la clase política. "Ahora es todo más profesional, hay mucho papeleo", admite José Luis Seguí, del PP que ahora tiene 68 años y lleva 37 como alcalde de Almudaina. Él incluso llegó antes que la democracia. "Me llamó el gobernador varias veces, dije que no, tenía 31 años, volvía de la mili y quería dedicarme al campo, pero al segundo intento no pude decir que no, y aquí sigo", recuerda ahora satisfecho por haber recuperado una torre árabe o haber contribuido a la mejora de la red viaria rural.

Felip Miralles, del PSPV, es alcalde de Benimantell, y tiene 70 años. "Hemos hecho lo que hemos podido, esto ahora se ha complicado mucho, cuando llegué no había ni presupuesto, ni secretario", señala este alcalde que toda la vida ha sido también albañil y al que el cargo le ha "costado dinero del bolsillo". "Nunca he cobrado nada, mi coche era el del Ayuntamiento, y cuando había una rotura se reparaba a cualquier hora". Ahora, prioriza otros aspectos vitales y duda en optar a una enésima reelección: "Lo importante es la salud que no falte".

Jaume Pascual, del PSPV, llegó al cargo con pintadas en su pueblo, L'Alqueria d'Asnar, que rezaban: "Un bebé no puede ser alcalde". Tenía 23 años y asumió el cargo con "mucha responsabilidad, ganas de acabar con una etapa oscura y abrir las puertas a la democracia". Ahora, desde su experiencia, considera que "uno primero ha de ser alcalde, y deberse a su pueblo, y luego político".

El socialista Gonzalo Centelles lleva 30 años al frente del Ayuntamiento de Costur, informa María Fabra. "Claro que hay secreto", asegura. "Hay que hacer las cosas lo mejor posible. Hacerlo todo bien no es posible, pero hay que trabajar por el pueblo y para el ciudadano", añade. Centelles lo explica clarísimo: "Hay que engañar una vez o dos, pero no tres y el ciudadano sabe lo que vota". Costur es un municipio de L'Alcalatén con unos 500 habitantes. "La política ha cambiado mucho", sentencia su alcalde. "Para bien", añade.

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José Rocamora, del PP, alcalde de Granja de Rocamora, localidad de La Vega Baja, recuerda que empezaron en el cargo con "mucha ilusión y con ganas de romper con 40 años de dictadura". Y Juan José Menárguez, de 72 años, está jubilado pero sigue siendo el alcalde de Formentera del Segura. "El secreto no es otro que atender y resolver los problemas de la gente, que para eso estamos los alcaldes de pueblo", explica.

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