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El alcalde de Vilafranca dimite ante una moción de censura

El socialista Marcel Esteve dejará de ser el próximo lunes alcalde de Vilafranca del Penedès (Alt Penedès), cargo que ocupa desde el año 2004. Tras la amenaza de una moción de censura, asegura que ha tomado la decisión para favorecer la gobernabilidad de la población, estancada prácticamente desde el inicio del actual mandato, por la falta de consenso entre los grupos municipales, ya que Esteve gobierna en minoría, con los ocho concejales del PSC. Le sustituirá el primer teniente de alcalde, el también socialista Francisco Romero.

La dimisión se hará efectiva el lunes en un pleno extraordinario, y el viernes Romero pasará a ser el nuevo alcalde. El relevo llega en un momento político convulso, ya que la oposición plantea una moción de censura que desbancaría al PSC de la alcaldía de Vilafranca por primera vez desde la recuperación de los ayuntamientos democráticos.

CiU, el principal grupo de la oposición, también con ocho ediles, ha impulsado la moción, y la Candidatura de Unitat Popular (CUP, dos concejales) ha decidido apoyarla. Pero para que prospere, a CiU y CUP les hace falta el apoyo de otro concejal para sumar mayoría. Todas las miradas se centran en el único edil de ERC, que ya ha anunciado que los republicanos no decidirán nada hasta la asamblea que deben celebrar el próximo 28 de marzo.

Legislatura compleja

Los resultados electorales de las municipales de 2007 arrojaron una composición política compleja en el Consistorio. El PSC fue el partido más votado, pero con sólo 200 votos más que CiU. El resto de la oposición se fragmentó entre los dos concejales de la CUP, uno del PP, uno de ICV y uno de ERC. Finalmente, los socialistas se quedaron gobernando en minoría, confiando en una política de alianzas esporádicas con el resto de grupos municipales.

La falta de gobernabilidad se ha visto reflejada en la imposibilidad de aprobar el presupuesto para 2009 (el Ayuntamiento funciona con los del año pasado prorrogados), lo que hace unas semanas forzó al Gobierno a aprobar una modificación de las cuentas de hasta un millón de euros para sacar adelante varios proyectos y partidas para políticas sociales. Además, las arcas municipales disponen de 10 millones de euros que no se pueden utilizar hasta que no se apruebe el presupuesto de 2009.

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