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Entrevista:PATXI LAZCOZ | Alcalde de Vitoria

"Mi proyecto no se ejecuta en cuatro años"

Pedro Gorospe

El alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, sostiene que el Gobierno vasco no se halla a la altura de las circunstancias para propiciar el desarrollo y la modernización de Álava.

Pregunta. ¿Después de año y medio en la alcaldía, cuáles son sus preocupaciones?

Respuesta. Como ciudadano y como alcalde, sin duda, la primera es la crisis. Después me preocupa cómo gestionamos los recursos económicos para que los afectados por la crisis no entren en situación de indignidad. Y tampoco puedo olvidarme del terrorismo. Para las instituciones públicas está en el prime time de las preocupaciones.

P. Los presupuestos que ha pactado con el PNV refuerzan, sobre todo, las políticas sociales.

R. Tenemos menos recursos, todo sube menos las recaudaciones y en esta situación hemos primado las políticas de intervención social, la formación y el impulso a la economía.

"La crisis refuerza la idea de hacer una ciudad competitiva, moderna, abierta al mundo"
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"Sin la red de alta velocidad y sin el soterramiento no podemos aspirar a nada"
"Aquí se concentra la perfecta representación de la sociedad vasca, plural, diversa, moderna"
"Estamos cansados de esa forma de ver Euskadi que antepone las fronteras al desarrollo"

P. ¿Han pensado en los problemas de las grandes empresas alavesas?

R. Esa situación nos preocupa mucho, pero me preocupan más todos los trabajadores de las pequeñas empresas que dependen de las grandes como Mercedes o Michelin y que, en vez de regulaciones temporales, pueden acabar en el paro. Empresas auxiliares y pequeños negocios. Por eso reforzamos la formación, la intervención social, e incentivamos la obra pública y la construcción de pisos con algún tipo de protección, para absorber el posible desempleo.

P. ¿Cree, como los sindicatos, que las multinacionales ejercen algún tipo de chantaje con la amenaza de la deslocalización?

R. Yo no generalizaría. Ha costado mucho que la figura del empresario o empresaria tenga el reconocimiento social que hace unos años no tenía. Aunque comparto las preocupaciones de los trabajadores ante la crisis.

P. ¿Ha pulsado directamente las intenciones de Mercedes o de Michelin?

R. Sí. He mantenido conversaciones con los responsables locales de ambas. Nadie me cuenta secretos de Estado, pero me transmiten estabilidad y confianza.

P. ¿La crisis les va a hacer replantearse alguno de los proyectos estratégicos que Vitoria maneja de cara al año 2011?

R. Esta situación refuerza la idea de hacer una ciudad competitiva, moderna, abierta al mundo y que cree nuevas oportunidades. Y en ese empeño estoy arriesgando mucho, porque mi proyecto no es ejecutable en cuatro años. Me puede pasar que el proyecto lo culmine otro si así lo deciden los vitorianos en 2011, pero no puedo cometer el mismo error que mi predecesor, de mirar al corto plazo.

P. La gran mutación de Vitoria va a venir de la mano de la alta velocidad, del soterramiento de las vías, de la intermodal. ¿No se va a atisbar ese giro antes de cuatro años?

R. Se han puesto tantas fechas que no quiero cometer el mismo error. Lo que sí es evidente es que sin la red de alta velocidad, y sin el soterramiento no podemos aspirar a nada. Me preocupa que en el Gobierno vasco no lo entienda así. Ese planteamiento de mirarnos el ombligo en vez de aprovechar la conexión con el mundo es peligroso. Siguen empeñados en las fronteras y se les olvida que las fronteras le importan cada vez menos a los ciudadanos.

P. ¿Se refiere a la falta de compromiso del Gobierno de Ibarretxe con su financiación?

R. Siempre ha habido un argumento en el Gobierno para no tomar una decisión en la financiación del soterramiento. Los vascos estamos cansados de esa forma de ver Euskadi que antepone las fronteras al desarrollo. Somos una de las comunidades más ricas y estamos retrasados en proyectos estratégicos como éste. El debate de las fronteras es un lastre para los ciudadanos.

P. ¿No le parece paradójico que ese tema no haya quedado resuelto en los acuerdos presupuestarios entre PNV y PSOE en el Congreso, o en el de Vitoria?

R. Sí, me llama la atención. La competencia de investigación, innovación y desarrollo es muy importante, pero que no hayan dicho nada del soterramiento, cuando su tesis es que eso lo tiene que pagar otra administración, no se sostiene. Si lo llegan a plantear hubiera salido, por lo importante que era aprobar las cuentas del Estado.

P. ¿Cómo le gustaría que viesen Vitoria sus vecinos? ¿Y los visitantes?

R. Como una ciudad abierta, como el mejor escaparate de Euskadi. Aquí se concentra la perfecta representación de la sociedad vasca, plural, diversa, solidaria y moderna. Ese escaparate es la imagen que quiero que tenga Vitoria, sobre todo para la gente que no nos conoce.

P. Permítame que sea cicatero, pero ¿eso vende?

R. Eso no asusta. Y eso es un valor, sobre todo después de tantos años dando la imagen de que casi vamos armados por las calles. El miedo existe, porque en épocas de tregua el turismo sube. Con valores y apertura al menos verán que la puerta de Euskadi está abierta, es amable, tiene buena imagen. ¿Eso vende todo? Pues no, pero sí que ayuda a vender.

P. De ahí la nueva imagen corporativa que han presentado para la ciudad.

R. Sí, es uno de los proyectos, pero vamos a analizar el lugar que ocupamos en la red de ciudades de la Europa occidental y vamos a ver cómo sumamos y nos ponemos en cabeza con zonas como Donostialdea y con el área metropolitana de Bilbao. Y vamos a ver en qué podemos ser los mejores en esa nueva dimensión en la que los ciudadanos se mueven articulados con el tren de alta velocidad. Las ciudades emergentes van a ser las que puedan competir y especializarse en esa red.

P. ¿En qué se va a especializar Vitoria?

R. Me refiero a convertirnos en un referente en eventos y congresos con un auditorio especializado internacionalmente, en referente como Vitoria ciudad medioambiental, en referente por un Casco Medieval único e irrepetible, y en referente como ciudad volcada con el deporte de alto rendimiento.

P. ¿Cree que el Cassco Medieval va a resultar atractivo para vivir?

R. Eso se va a ver esta legislatura. Al incorporar un nuevo parque de viviendas tasadas vamos a generar una mezcla más heterogénea de gentes. Los inmigrantes, como los mayores, tienen que estar por toda la ciudad, no sólo en el Casco Medieval. Se va a convertir en una zona mucho más atractiva.

P. ¿El Plan Renove de la ciudad va a acabar siendo algo más que un lifting?

R. Si lo llegamos a plantear como un lifting hubiese sido un fracaso. Se nos hubiera visto el plumero. El Plan Renove propone levantar todo un nuevo parque de viviendas en barrios del desarrollismo que nos permitirá cambiar las viejas por nuevas, soportando la operación con el valor del suelo. Eso exige convencerles de que cambiar de vivienda es lo mejor, como propietarios y como vecinos. Nos podemos anticipar a la conflictividad social que se ha producido en barrios similares en otras ciudades en los que sólo vivían inmigrantes y personas mayores. Tenemos que desactivar esa bomba de relojería y lograr que haya una mezcla diversa y diferente.

P. Ha subido la partida de seguridad en los presupuestos para 2009. ¿Le preocupa que en tiempos de crisis repunte la delincuencia?

R. No. El colchón de las políticas sociales ha sido tan potente que, a pesar de ser la primera o la segunda capital con menos ratio de policías por mil habitantes, somos de las más seguras.

P. ¿A qué atribuye que las plataformas contra sus proyectos crezcan por toda la ciudad?

R. No me esperaba otra cosa. Son las plataformas de la gente anticambio. La gente joven, la mayoría de los vitorianos, quieren una ciudad que arriesgue y que cree oportunidades de futuro. Podemos ser un apeadero o una estación central. Quienes quieren un apeadero pues tendrán que cambiar de alcalde. Nunca seré un alcalde varado en el conformismo. Nunca.

P. Entre sus preocupaciones no cita la querella del PP por el contrato del mobiliario urbano.

R. No, porque estoy muy tranquilo. Ante una decisión en la que participaron 16 personas, el PP dice que yo he sido el malo que hipnotizó a los de otras cinco formaciones diferentes. Espero que el PP se plantee el papel del actual portavoz, porque es un caso claro de persecución personal al alcalde de Vitoria.

P. Han firmado una alianza con el PNV que les está reportando estabilidad. ¿Hay buena sintonía con la Diputación?

R. Tengo buena sintonía con Xabier Agirre. El único reproche es que me gustaría que estuviera más conmigo en la puerta del Gobierno para decirles que Vitoria también es Euskadi.

P. ¿Lamenta el error de Txarli Prieto al perder la Diputación?

R. No creo que fuera un error. El PP no quería un diputado general socialista pese a que gobernaron ocho años gracias a la generosidad del PSE. El PP no sólo no devolvió aquel favor, sino que además fue desleal.

P. ¿Cree que eso hubiese pasado con el actual PP vasco de Antonio Basagoiti?

R. Son dos niveles diferentes. Quiero pensar que no, que esto no es un mercadeo, y que la política y los votos de los ciudadanos son y representan algo más noble que todo eso. Patxi López tiene que ganar y propiciar un cambio tranquilo, sin vendettas.

Patxi Lazcoz

Patxi Lazcoz (Pamplona, 1965) es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto. Comenzó su actividad política en el Ayuntamiento de Vitoria, del que forma parte como concejal socialista desde hace 17 años. Hasta 1998 se hizo cargo de las concejalías de Juventud, Protección Ciudadana, y Aguas Municipales. El 16 de junio de 2007 se convirtió en el primer alcalde socialista de la capital de Euskadi tras la restauración de la democracia.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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