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Úbeda abre un polideportivo para cobijar a 150 inmigrantes

Los empresarios piden que puedan alojarse en los cortijos

Ginés Donaire

La proximidad del inicio de la campaña de recogida de la aceituna ha provocado que en los últimos días llegue a la provincia de Jaén una avalancha de inmigrantes, en torno a 500, la mayoría de ellos subsaharianos, procedentes de otras comunidades como el Levante y Cataluña.

El resultado ha sido que los albergues para temporeros abiertos en una veintena de municipios se han colapsado, dejando a decenas de inmigrantes sin un techo. La situación más dramática se ha vivido en Úbeda, donde han llegado cerca de 300 inmigrantes en los dos últimos días, desbordando las 140 plazas de alojamiento que ofertan Cruz Roja y las dependencias municipales. La decisión del Ayuntamiento ubetense ha sido abrir el pabellón polideportivo cubierto, donde las dos últimas noches se han cobijado más de 150 inmigrantes.

Los temporeros saturan los albergues y apenas encuentran trabajo en el olivar

"Es una medida de emergencia adoptada por razones de índole humanitaria", explica la concejala de Servicios Sociales de Úbeda, Carmen Requena, tras admitir que el municipio se ha visto "desbordado" por la llegada de temporeros extranjeros procedentes del litoral Mediterráneo. La impotencia de las autoridades municipales se plasmó en unos improvisados carteles que repartieron por distintos puntos de la ciudad donde se informaba a los inmigrantes que no hay trabajo en la campaña olivarera, y tampoco alojamiento ni comida. Así las cosas, la alternativa que se le da a estas personas es ofrecerles billetes de autobús con destino, primero, a otros municipios con albergues y, en segunda instancia, hacia otras provincias andaluzas, como Granada, Almería o Málaga. Pero el drama no se limita a Úbeda. La coordinadora de Políticas Migratorias de Jaén, Dolores Jiménez, confirmó ayer que el 100% de las 600 plazas de los 20 albergues de la provincia (que limitan la estancia a cinco días) estaban ayer ocupadas. La llegada masiva de temporeros se ha dejado sentir también en municipios como Villacarrillo o Villanueva del Arzobispo. En el caso de la capital, donde el albergue ofrece 200 plazas, Jiménez admite que en los últimos días se han quedado en la calle unas 50 personas.

De las 20.751 personas que se han inscrito en el registro del REA (Gestión de Empleo Agrario) de la Junta para participar en campañas agrícolas, 2.623 (más de un 12%) son extranjeros que buscan un empleo en el campo.

En medio de este escenario tan desolador, empresarios y sindicatos firmaron ayer el nuevo convenio del campo para la provincia de Jaén donde, un año más, los patronos han eludido cualquier obligación contractual para facilitar el alojamiento a los temporeros, limitándose su compromiso a una simple declaración de intenciones que no les vincula a nada. En este sentido, el gerente de Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero, ha instado a la Administración a aprobar una legislación específica que regule el alojamiento en los cortijos y que rebaje las exigencias de habitabilidad para albergar temporeros en estas instalaciones. "Debería bastarnos con la cédula de habitabilidad", subraya Valero, para quien no tiene sentido que los empresarios habiliten sus cortijos y que luego los inspectores les sancionen por no reunir las exigencias de seguridad e higiene en el trabajo. "El tema de los alojamientos debe corresponder a la legislación laboral, no podemos hacer una ley con un convenio. La mayoría de los olivareros ofrecen alojamientos dignos", afirmó Valero.

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