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La división amenaza con dejar hoy sin líder a IU

Cuatro candidatos se mantienen en liza para sustituir a Llamazares

La sucesión de Gaspar Llamazares al frente de Izquierda Unida, la tercera fuerza política española, está en vilo. A primera hora de la mañana de ayer, poco antes de arrancar en Rivas Vaciamadrid (Madrid) la IX Asamblea Federal de la organización, un dirigente echaba mano del cine para explicarse: "Ahora mismo estamos como en la carrera de coches de Rebelde sin causa, cuando James Dean y el otro chico van acelerando, mirándose de reojo y aguantando para ver quién abandona antes la carrera. El problema es que el coche puede acabar en el precipicio".

Así estuvieron durante todo el día las distintas familias de IU: midiendo fuerzas, marcando perfil y mirando de reojo a los demás para ver si alguno cedía y retiraba su candidatura. Pero anoche nadie lo había hecho; si eso no cambia hoy, los 800 delegados convocados a la asamblea bajo el lema Respuestas por la izquierda tendrán que elegir entre cuatro listas encabezadas por Inés Sabanés, Cayo Lara, Joan Josep Nuet y Juan Manuel Sánchez Gordillo. A ellas podría sumarse una quinta candidatura, integrada por jóvenes y descontentos del PCE.

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Dado el complejo sistema de elección en IU y dado, también, el grado de atrincheramiento existente, ni siquiera después de esa votación estará garantizado que se elija hoy a un nuevo coordinador general. Porque el resultado sólo determinará la presencia de cada familia en el Consejo Político -es éste el que, a continuación, debe elegir coordinador- y a ese órgano ningún sector llegará con mayoría absoluta. Si nadie cede y suma sus votos a la lista de otro, IU cerrará su asamblea, por primera vez en 22 años, sin líder.

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"Para nosotros no sería un trauma, porque somos así de frikis y porque creemos que lo verdaderamente importante es acordar la línea política. Pero somos conscientes de cuál sería el titular de los periódicos y el mensaje demoledor de desunión que trasladaríamos a la sociedad", afirmaba un delegado de base. Lo mismo sostenían los dirigentes: "No sería un drama" posponer la sucesión de Llamazares. Éste ya ha dimitido, así que la dirección a partir de mañana tendría que ser colegiada. A pesar del enfrentamiento, los tres sectores se propusieron trabajar hasta esta misma mañana en reuniones maratonianas para no tener que llegar a esa situación.

De las cuatro probables listas, la mayoritaria es, a priori, la del PCE, encabezada por Cayo Lara: podría sumar entre el 40% y el 45% de votos; los llamazaristas, con Inés Sabanés al frente, representan a cerca del 30% de la militancia, y otro 20% se agrupa en torno a la llamada N-II, un grupo desgajado del llamazarismo tras la catástrofe electoral de marzo; la N-II (su candidato es Joan Josep Nuet) tiene la llave de cualquier pacto, pero ha prometido no pactar con nadie si no hay consenso entre las tres familias. La cuarta candidatura, liderada por Sánchez Gordillo, estaba ayer pendiente de reunir los avales, y una quinta lista empezaba a pergeñarse.

Para tratar de salir del bloqueo, los llamazaristas dejaron circular a media mañana entre los corrillos de delegados el nombre de José Antonio Pujante, coordinador en Murcia y de perfil moderado, como posible solución de consenso in extremis: todos los candidatos se retirarían y apoyarían a Pujante como coordinador general. Esa fórmula fue relativamente bien acogida por miembros de la N-II pero no por el PCE, y anoche no se había concretado en nada. Más apoyos concita el balear Eberhard Grosske, también llamazarista, pero él se resiste por motivos personales, según fuentes de su delegación.

"Nuestro candidato es Cayo y va a seguir siendo Cayo", aseguraba un responsable del PCE en los pasillos del auditorio Pilar Bardem de Rivas. Otro matizó: "Claro que estaríamos abiertos a hablar de un candidato de consenso que no esté alineado con ninguna familia. El problema es que en esta organización no hay nadie que no esté alineado. Habría que ir a buscarlo a la ONU".

Con o sin coordinador, lo único que todos los sectores confirmaban ayer es que hay acuerdo para crear un grupo directivo reducido (menos de una decena de cargos), con representación de todas las familias en proporción a su peso. Y que se compartirán las áreas ejecutivas. Podría haber tres portavoces, o coordinadores rotatorios. Para elegir los nombres, las reuniones a varias bandas continuaban a medianoche.

Gaspar Llamazares, en un momento de la asamblea.
Gaspar Llamazares, en un momento de la asamblea.CRISTÓBAL MANUEL

"Salud, República... y renovación"

Dos de la madrugada del sábado, apenas seis horas antes del inicio oficial de la IX Asamblea de IU. Tras varias jornadas de reuniones bilaterales interminables, una veintena de miembros de las tres familias en las que está dividida la organización se citan en la sede de la calle del Olimpo de Madrid para darse una última oportunidad. Terminan a las cuatro y media, casi amaneciendo, con la conclusión con la que empezaron: no hay pacto. "No hemos dormido, no hemos acordado nada, pero al menos sirvió para averiguar si nos habíamos estado engañando en las reuniones bilaterales previas", explica uno de los presentes, que ayer golpeaba el suelo con los zapatos para sacudirse el frío frente al auditorio Pilar Bardem de Rivas.

Lo mejor, según él, "la actitud de Rosa Aguilar", alcaldesa de Córdoba, a menudo ausente de las reuniones en Olimpo y, sin embargo, "totalmente implicada" en los últimos días. "Llegó y se arremangó". Lo cual no parecer querer decir que pueda ser ella el "mirlo blanco", el candidato de consenso que hiciese retirarse al resto. Primero, porque tampoco genera un consenso total; segundo y fundamental, porque ella no quiere. "Yo estoy muy bien en Córdoba", repitió ella misma al entrar ayer, sonriente, en el auditorio.

Los delegados se pasaron el día entrando y saliendo del plenario: dentro debatían sobre la crisis financiera internacional, fuera se preguntaban si hoy se irán a su casa con nuevo coordinador o tendrán que esperar un poco más. Después de cada intervención en la tribuna, el tradicional "¡Salud y República!" iba siendo tuneado: algunos le añadían "...y federalismo", otros "...y socialismo", otras "... y feminismo". Alguien dijo: "... y renovación". En eso se debate IU este fin de semana.

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