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La insistencia de la corrupción

La localidad gaditana de Chiclana tiene claro carácter emprendedor. Su pujanza económica, la que le ofrecía los mejores titulares vinculados al crecimiento del empleo y a las inversiones empresariales, ha caído en picado mientras acuciaban los efectos de la crisis financiera global, que han coincidido con el mandato del gobierno municipal cuatripartito. La caída del sector de la construcción ha repercutido mucho en una ciudad muy dependiente de este sector.

Pero también Chiclana ha acaparado muchas portadas por el descontrol de su urbanismo. El futuro gobierno tendrá pendiente la regularización de más de 15.000 viviendas construidas ilegalmente en los últimos años. Para los días que restan para la moción de censura el PP ha anunciado una batería de denuncias por la dejadez que el Ayuntamiento, durante la etapa socialista, tuvo con estas irregularidades urbanísticas.

Las llevará ante la Fiscalía Anticorrupción del Estado porque, según su secretario general en Andalucía, Antonio Sanz, el Ministerio Público en Cádiz no está respondiendo con la agilidad necesaria ante las ilegalidades urbanísticas denunciadas. No hay comparecencia de algún dirigente popular donde las palabras Chiclana y corrupción no aparezcan próximas en su discurso.

El PSOE está tranquilo. Sabe que estos días se seguirán vaciando archivos. El secretario provincial de los socialistas, Francisco González Cabaña, se lo toma a risa. "Los cajones del Ayuntamientos están marcados por las uñas del cuatripartito de tanto que han rascado buscando papeles".

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