Un gigante de celuloide con goteras

Los hierbajos reptan por el jardín del edificio, que tiene cuatro plantas, con sótano y naves interiores, llamadas voltios, donde se almacena un enorme archivo fílmico, parte de la memoria histórica de este país: son 77.000 latas de aluminio, 300 metros de celuloide cada una, en blanco y negro. Dentro de la construcción de Joaquín Costa esquina Velázquez, conocida como el No-Do, están los originales del noticiero franquista del mismo nombre (de exhibición obligatoria en los cines hasta 1976), el llamado Archivo Real, concerniente a la familia regia, y filmaciones como la rodada en 1896 por el equipo Lumière en la Puerta del Sol.

EL PAÍS ha visitado el inmueble, de 4.500 metros cuadrados, que guarda este material, archivado junto a polvo, goteras y soledad; ha recorrido las plantas 1 y 4. En la planta cuarta, tachonan su techo dos grandes goteras: el ruido de una de ellas impide escuchar a los empleados, que remiten a Filmoteca Española para obtener documentación filmada. Pero este periódico no ha podido fotografiar los 550 metros cuadrados donde descansan estos originales, vigilados por un profesional y un ayudante, con dos becarias a punto de concluir su estancia. La Filmoteca Española, de quien depende el contenido, lo ha prohibido. Los fondos los comercializa Radiotelevisión Española y el edificio, tras pertenecer durante dos décadas a RTVE, fue adscrito en febrero al Ministerio de Administraciones Públicas por Patrimonio del Estado.

La Filmoteca Española es la titular y RTVE la que comercializa

Muchas cintas históricas se avinagran y son retiradas a mano

Dos personas integran hoy su plantilla, que tuvo hasta 150 miembros

La Filmoteca se niega a autorizar que su interior sea fotografiado

Juan Mariné, principal experto de celuloide en España, dice que los originales más veteranos "han de ser conservados lejos de las puertas, en lugares sin cambios de temperatura, en torno a los 5 grados centígrados, y un máximo de humedad del 50%, pues, si se excede, se avinagran y pierden sus solventes".

El olor a vinagre en las inmediaciones de las naves indica que en su interior hay latas de filmaciones en mal estado de conservación. "Nunca hubo en este archivo aire acondicionado", explica Jorge Palacio, que lo dirigió durante años. "Tampoco ahora lo hay", añade.

"Las latas de aluminio están siendo cambiadas por otras de PVC, plástico, más resistentes al paso del tiempo", según Fernando Lara, responsable del Instituto de la Cinematografía y Artes Audiovisuales, que integra la Filmoteca Española. Lara se niega a autorizar la fotografía de los almacenes. "El material se halla en buen estado, pero el archivo no está para ser fotografiado", dice secamente. "Todos los fondos de No-Do están copiados en Betacam, de manera que nosotros tenemos una copia y Radio Televisión Española, otra". Un portavoz de RTVE matiza: "Hay personal nuestro trabajando allí, pero el edificio ya no nos pertenece".

El edificio, de estilo muy similar al empleado en recintos oficiales por Diego Méndez (arquitecto del Valle de los Caídos), fue inaugurado en 1954. El viento acaba de desprender un mazacote de hormigón de su marquesina de acceso, con grave riesgo. Adentro, el ascensor no funciona. La mayor parte de las estancias de la planta 1 y la 4 se hallan desamuebladas, llenas de polvo y sin fluido eléctrico.

Dentro de las naves, está la memoria histórica española filmada durante la posguerra y difundida en 4.016 documentales de proyección obligatoria en todos los cines de España entre 1943 y 1976 (y voluntaria hasta 1981). Tal ajuar perteneció al No-Do, acrónimo de Noticiarios y Documentales, el informativo filmado de propaganda del régimen de Franco creado en 1942, con sintonía del maestro Parada.

También alberga gran parte del material filmado en España antes de 1943, como las escenas que en 1896 el equipo Lumière rodara en la Puerta del Sol, o la llegada del torero Mazzantini. En lote aparte se incluye el llamado Archivo Real, desde películas de Alfonso XIII cuando era Príncipe de Asturias, hasta filmaciones de su entierro en Roma en 1941. Otras películas archivadas versan sobre la Guerra de África, la Revolución Soviética y la Guerra Civil.

En el edificio de Velázquez, 145, su salón principal permanece decorado con una secuencia de pinturas de José Caballero, que representan, en estilo ruralista, la España de la época; cuenta asimismo con un gran lucernario y un sistema de aprovechamiento de la luz solar conforme a las restricciones eléctricas de la etapa de su construcción.

El inmueble está hoy asignado al Ministerio de Administraciones Públicas -"salvo un espacio de 550 metros cuadrados donde se almacena el material filmado", precisa el subsecretario del departamento, José Antonio Benedicto, que cita una claúsula suscrita con la Filmoteca Española-. "El inmueble nos fue asignado por Patrimonio del Estado en febrero de este año cuando los presupuestos ya estaban cerrados, por lo que no se ha podido actuar sobre él", explica. "En estos meses, no hemos recibido ni de la Filmoteca ni de RTVE demanda alguna sobre el edificio, del que mantienen y comercializan su archivo", agrega. "Se nos ha dicho que no conviene mover ese material filmado, porque resulta extremadamente sensible", precisa el subsecretario.

"Los archivos irán en cuatro años a un edificio nuevo de la Ciudad de la Imagen", dicen en la Filmoteca. RTVE, por su parte, sentencia: "Mediado el año que viene, los fondos serán enviado a Prado del Rey". Todo aclarado.