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Seat quiere mandar a casa a 6.000 empleados por la crisis

La medida reventaría la bolsa de horas que evita despidos

Seat anunció ayer a sus trabajadores la necesidad de parar parte de la producción de su fábrica barcelonesa de Martorell para adaptarse a la caída dramática de las ventas: las matriculaciones de la marca han caído un 20,1% entre enero y hasta agosto, hasta 78.894 coches. La compañía prevé fabricar 21.000 menos de los previstos este año, que eran 395.000, y ello implica que se queden en casa unos 6.000 trabajadores de forma rotatoria hasta finales de año. La dirección propuso ayer 15 días de inactividad de la línea 2, que produce los modelos Altea y León, y cinco en la 1, la del nuevo Ibiza, entre noviembre y diciembre.

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El mecanismo para hacerlo sin recurrir a la suspensión temporal de los contratos es la bolsa de horas, pero los sindicatos advirtieron de que el parón que Seat plantea ahora puede "reventarla". Este sistema de flexibilidad de Seat establece que los trabajadores pueden dejar de trabajar hasta 35 días al año por caídas en la producción, y la compañía les sigue pagando el sueldo. A cambio, los trabajadores devuelven esas horas en puntas de actividad, sin cobrar más.

Panorama sombrío

Hoy, el panorama es sombrío y no es seguro que en 2009 exista ese tirón que requiera un trabajo extra que permita a los empleados devolver las horas, a pesar del lanzamiento, entre finales de 2008 y principios del que viene, de la berlina Exeo. "No se garantiza que recuperemos la cuenta de horas y tengamos un año no conflictivo", según el presidente del comité de empresa, Matías Carnero. De hecho, la empresa no descarta un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal si no logra un acuerdo con los sindicatos esta semana.

En plena vorágine, el secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, pidió por su parte al presidente de la Generalitat, José Montilla, que apoye la producción local, sobre todo en tiempos de crisis, y viaje en coches Seat, como hacen los presidentes de Francia y Alemania con sus marcas locales. El problema es que ninguno de los modelos de Seat (Altea, León e Ibiza) reúne las características propias de un coche oficial.

En la fábrica de Nissan en Barcelona, la plantilla amenazó ayer con no pactar más días de flexibilidad, como reclama la empresa, hasta que la dirección no dé a conocer el calendario productivo hasta final de año y concrete si esta medida servirá para mantener "el nivel de producción". El beneficio de la filial española se derrumbó un 31% el año pasado, hasta los 56 millones.

Trabajadores de la fábrica de Martorell, en Barcelona, al finalizar su jornada laboral.
Trabajadores de la fábrica de Martorell, en Barcelona, al finalizar su jornada laboral.CONSUELO BAUTISTA

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