No están silenciados
Sin entrar en si la ley es adecuada o no -en mi opinión, sí lo es-, está en vigor, y por lo tanto los partidos deben cumplirla. Si un partido defiende unas ideas pero para ello da cobertura o se integra con los terroristas (como está probado), y no cumple la ley, debe atenerse a las consecuencias.
Circula el argumento de que ilegalizar una formación política con 150.000 votantes es silenciar a estas personas. Nada más lejos de la realidad. Cada individuo es libre de votar al partido que más le guste, o en blanco, si ninguno le convence lo suficiente, como me ha pasado a mí en muchas ocasiones. No es misión del Estado asegurar que todo el mundo encuentre a quién votar, sino asegurar que los partidos cumplan la legalidad. En cuanto a esas 150.000 personas, si apoyan la violencia, entonces no me importa que se queden sin votar si así lo desean; y si no apoyan la violencia, deberían exigir a su partido que haga lo mismo para poder cumplir la ley y ser de verdad una opción política para ellas. Independientemente de su ideología, creo que todos los demócratas lo agradeceríamos.