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Reportaje:La coyuntura económica

Euskadi saca las cuentas de la crisis

Expertos de la patronal, la universidad y la banca analizan la coyuntura para EL PAÍS

Predecir el revolcón de la economía mundial hace un año era imposible. Predecir ahora el impacto final que tendrá la crisis financiera en la economía vasca supone un desafío cargado de riesgos. Los economistas se han dedicado los últimos años a prever el crecimiento en función de modelos econométricos. Hoy, se vuelven a refugiar en la vieja premisa de que la economía no es sino una ciencia humana más. EL PAÍS ha reunido a tres economistas de relieve para reflexionar sobre el impacto de la crisis en Euskadi: Eduardo Aretxaga, director de Asuntos Económicos de la patronal Confebask; Fernando Irigoyen, director general de Red de Empresas e Institucional de la BBK, y Jesús Ferreiro, profesor de Economía Aplicada de la UPV. Estos expertos de la empresa, el mundo financiero y el académico coinciden en que en el actual momento económico "nadie se fía de nadie".

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Eduardo Aretxaga: La situación económica es de creciente preocupación. A un año de la crisis hipotecaria en EE UU y la posterior crisis financiera, vemos que aún no está acabada.

Jesús Ferreiro: Si algo caracteriza la situación es la existencia de una acentuada y marcada incertidumbre. Somos incapaces en ningún ámbito, ni en el académico ni en el empresarial ni en el financiero, de poder predecir cuáles son las dimensiones de la crisis y cuál va a ser su incidencia y su duración.

Fernando Irigoyen: Me gusta ser optimista, pero en este momento uno no ve un horizonte. Para lo bueno y lo malo, la crisis es muy global y va a afectar a todos. Parecía que con la crisis de las hipotecas subprime había salido todo el pus de la herida y nos encontramos con que no.

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EL IMPACTO EN EUSKADI "La fiesta se ha acabado"

E. A.: Lo vamos a notar en que la actividad va a a decaer, los tipos van a seguir siendo altos, la renta para consumir menor y el empleo crecerá menos o no crecerá. Cada vez es más difícil conseguir financiación para consumir o invertir por las dificultades de las entidades financieras para hacerse con fondos que poder prestar. La fiesta se ha acabado.

F. I.: Eso está claro.

J. F.: Como decía Eduardo, la actividad económica disminuirá y empezará afectar a los colectivos más débiles: los trabajadores temporales, las mujeres,...

E. A.: No preveo en este momento el dramatismo de 1992 o 1993, sino un discurrir de una manera más moderada. Nuestra industria es un tanto a nuestro favor. Estamos más diversificados y más globalizados.

F. I.: Nos puede venir bien que la crisis que se pasó en los noventa fuese muy fuerte. Nos encontramos con una industria mucho más diversificada. Nos afectará, pero no como la anterior.

Esta situación nos pilla con esa mayor diversificación.

J. F.: Sí que creo que nos va a afectar. Es evidente que la situación de partida de la economía española, y la vasca en particular, no es la misma de la que partíamos en los setenta, ni tiene que ver con la que padecíamos a fines de los ochenta y noventa. Una de las claves es que no se sabe qué va a ocurrir, pero sí estamos preparados para que el impacto no sea tan grande.

E. A.: En la medida en que dispongamos de acceso a financiación tenemos que aprovechar para que los efectos de la crisis global nos afecten menos.

J. F.: Que se tomen medidas compensatorias de política económica correctas y de manera inmediata. Uno de los problemas en el País Vasco, en España, a diferencia de otras naciones, es que por un componente político hay una cierta querencia a ponernos un velo delante de los ojos.

LA FINANCIACIÓN "Un problema de todos"

F. I.:Este es un problema de todos. Si alguien está pensando que las entidades financieras dan dinero y se arregla todo, pues no es así, porque no tienen en el sótano una fábrica de hacer dinero.

E. A.: Hay múltiples factores más allá de la disponibilidad de financiación. El petróleo debe ir en una senda de precios moderados que no presione la inflación para que los bancos centrales aborden una bajada de tipos de interes, que es necesaria desde el punto de vista empresarial. Se necesita confianza.

J. F. Tiene una importancia vital la confianza. El problema es la incertidumbre de quién tiene que generarla. Se está dejando en manos del sector industrial y financiero que sean ellos los que generen confianza con concesión de créditos o expansión productiva. Y no pueden, porque precisamente son ellos los que más afectados se ven por la pérdida de confianza.

EL CONSUMIDOR "Han tomado medidas"

E. A.: Los primeros que han tomado medidas son los ciudadano o las empresas, que han empezado a bajar el consumo o sus costes.

J. F.: Todas estas medidas que desde el punto de vista individual o microeconómico son las más racionales y eficientes (no endeudarse, recortar gastos, constreñir plantillas o inversiones), desde el punto de vista agregado lo que hacen es contribuir a profundizar más en la situación de recesión económica. Debe haber algo que lo compense.

F. I.: Lo que más está en crisis es la información que se tiene desde el punto de vista financiero. Las sociedades de rating, los balances, los modos tradicionales de recibir la información en los mercados, se ve que resukltan insuficientes. No han servido para prevenir ciertas caídas. Nuestra economía está más sólida que la americana porque aquí no se han permitido determinados excesos.

EL SISTEMA FINANCIERO "Sin sustos"

F. I.: No creo que vayamos a tener sustos. La regulación ha sido más rigurosa. La crisis es profunda y puede haber quien lo pase mal, pero no creo en sustos como los de otro lado del Atlántico. Estamos más maduros y el mercado va regulándose.

J. F.: La actual política económica del Banco Central Europeo no se puede cambiar. Lo único que podemos esperar es que inyecte dinero. Las expectativas de bajada de tipos de interés son muy bajas, un cuarto de punto. Aplicar políticas de demanda es complejo. El sector financiero español está mejor que el americano porque la regulación ha sido más estricta. Hay que ir a una mayor regulación internacional.

E. A.: Los poderes públicos tienen menos margen de actuación que en crisis anteriores. En 1992, nos salvó el tipo de cambio con una devaluación del 25%. Hasta ahora no se ha reducido la fiscalidad empresarial para incentivar la inversión y el ahorro. Hay que incrementar el gasto en infraestructuras porque es compensatorio. El Gobierno central y el vasco tienen margen de endeudamiento suficiente, porque en época de vacas gordas se ha hecho bien.

J. F.: La acción de los gobiernos ha resultado claramente insuficiente.

E. A.: La realidad va por delante de las medidas. El creciente deterioro económico va por delante de las medidas aprobadas o porpuestas.

F. I.: Medidas mágicas no existen. Las cosas no se han hecho mal comparando con EEUU. Hay que seguir en la línea de regular las cosas y estar al quite. Al mercado hay que tutelarlo, dirigirlo y vigilarlo para que no se produzcan desmanes. Especialmente en el País Vasco las cosas se han hecho razonablemente bien. La apuesta por dar mayor valor al sector industrial, la innovación, no se hace de la noche a la mañana. Sí se puede animar a ayudar a acelerar los procesos de ajustes de los mercados.

J. F.: Se podría hacer otra cosa: copiar las experiencias de concertación sindical a nivel estatal.

F. I.: Papá Estado o Papá Gobierno no va a venir a resolver la papeleta. Esto va de pedalear todo el mundo.

E. A.: Lo difícil es saber que va a pasar.

F. I.: Hacer previsiones en este momento cuesta porque no se vé con claridad. Al principio, los expertos decían que esta crisis iba a ser profunda y rápida. Profunda ya sabemos que lo es; lo de rápida, no tanto. En el País Vasco lo hemos pasado tan mal recientemente que quien más quien menos ha sido bastante conservador. El empleo se ha cuidado y las plantillas están ajustadas.

E. A.: Eso es.

J. F.: Tenemos un importante activo con el empresariado vasco. Sabe manejarse en tiempos de crisis. Esa es la diferencia con lo que puede ocurrir en otros sitios.

E. A.: Sí.

J. F.: El empresariado vasco tiene una dilatada experiencia de décadas de bajo crecimiento, destrucción de empleo, de hacer frente a la competitividad,... Y esos problemas los ha ido resolviendo.

E. A. Sí. Un punto fuerte para superar la crisis es la calidad empresarial. Tenemos un tejido empresarial superviviente de las crisis de los ochenta y los noventa.

LIQUIDEZ E INVERSIÓN "El mercado está seco"

F. I: De donde no hay no se puede sacar. Las entidades financieras pueden acompañar a las empresas en sus inversiones en la medida en que dispongamos de liquidez y, en este momento, ese escenario está muy duro. Los mercados internacionales están absolutamente secos. Los propios empresarios son muy selectivos en sus procesos de inversión. Acompañaremos en la medida de nuestras posibilidades.

J. F.: En estos momentos, la capacidad o la voluntad de las empresas de generar estos proyectos de inversión puede ser muy limitada.

E. A.: El problema es que cuando no hay demanda no hay posibilidad de inversión, pero que se recupere la actividad económica no depende del propio empresario. Depende de que se vaya ordenando la crisis.

E. A.: El eslabón más débil es la dimensión. Hemos crecido mucho, pero tenemos aún una economía pequeña, con empresas muy pequeñas y medianas.

J. F.: Totalmente de acuerdo. Esa ha sido la principal debilidad de la política industrial vasca. Se ha hecho un acertado diagnóstico y medidas para promover la internacionalización, las actividades de I+D+i, pero no se ha resuelto el problema del tamaño.

F. I.: El Gobierno vasco ha estado bastante preocupado con este tema. La labor de los cluster ha sido magnífica, pero no han acabado este trabajo.

J. F.: Más de colaboración que de...

F. I.: Efectivamente, pero ha llegado el momento de tomarse más en serio el problema, hacer masas críticas mayores.

¿LLEGA LA RECESIÓN? "Estancamiento"

E. A.: Vamos a ver si la recesión llega a la economía española y luego veremos. Lo que si parece cierto es que el año que viene el crecimiento económico va a ser menor.

F. I.: El mensaje es estancamiento. El discutir sobre décimas arriba o abajo no tiene sentido.

J. F.: El debate es semántico. Cuando hablamos de crisis es un problema de desaceleración y menor crecimiento. Lo padecemos desde el año pasado.

De izquierda a derecha, Jesús Ferreiro, Fernando Irigoyen y Eduardo Aretxaga posan en Bilbao antes de sentarse a debatir para EL PAÍS.
De izquierda a derecha, Jesús Ferreiro, Fernando Irigoyen y Eduardo Aretxaga posan en Bilbao antes de sentarse a debatir para EL PAÍS.SANTOS CIRILO

Tres especialistas

- Eduardo Aretxaga. El director de Asuntos Económicos de Confebask, la patronal vasca, confía en el tejido industrial de la comunidad. Bilbaíno de 46 años, es licenciado en Empresariales por la UPV y MBA por el IESE. Lleva más de 15 años en la organización empresarial. Antes trabajó en el sector privado.

- Fernando Irigoyen. Es director general de Red de Empresas e Institucional de BBK. Natural de Bilbao, de 47 años, es licenciado en Ciencias Económicas por La Comercial de Deusto. Lleva cuatro años en la BBK y toda la vida en el sector financiero.

- Jesús Ferreiro. Bilbaíno de 43 años, enseña Economía Aplicada en la UPV, universidad por la que es doctor en Economía y donde trabaja desde 1987. Ha sido investigador visitante en la Universidad de Cambridge.

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