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La falta de acuerdo obliga a Chaves a continuar al frente del PSOE

El presidente de la Junta pospone por segunda vez el debate sucesorio

Lourdes Lucio

Esta vez tampoco lo ha podido hacer. Manuel Chaves comunicará hoy al pleno de la comisión ejecutiva regional del PSOE de Andalucía su decisión de presentarse como candidato a la secretaría general, aplazando de esta manera sine die su relevo tanto al frente del partido como en la candidatura a la presidencia de la Junta de Andalucía.

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Vitalmente, Chaves, de 62 años, estaba ya con un pie fuera, pero el "interés" del partido le ha llevado a optar por quinta vez consecutiva a la secretaría general en el 11º Congreso Regional, según varias fuentes socialistas. Esto quiere decir que al final ha pesado más la opinión de los que no veían la operación porque ignoran cuál es la meta de ese camino y quiénes la protagonizarán.

Muchos han sido los motivos que le han llevado a tomar esta decisión, después de abrir una ronda de consultas con los secretarios generales provinciales y con otros muchos dirigentes socialistas. Fuentes próximas a Manuel Chaves, aseguraron que hace tres meses comunicó al líder del PSOE y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su reflexión de dejar la máxima responsabilidad del PSOE andaluz. La respuesta de Zapatero fue la de respetar su decisión, aunque le aconsejó que se lo pensara bien.

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A lo largo de estos meses, Chaves ha hablado con muchas personas, pero la ronda de contactos abierta en los últimos días ha sido definitiva. Algunos de los dirigentes con los que ha consultado no le han podido dar una respuesta ni a favor ni en contra de dejar la secretaría general, más allá de expresarle que respetarían su decisión, porque desconocen la hoja de ruta que tiene pensada el presidente; de si esa decisión implicaba dejar la presidencia de la Junta y en manos de quién. "La pregunta que se ha hecho alguna gente es, ¿pero esto por qué se hace?, ¿para qué?", afirman algunas de las personas consultadas. Chaves ha percibido claramente en su ronda de consultas que su marcha generaba escepticismo, mucha incertidumbre, "vértigo", en opinión de una fuente cercana al presidente.

También ha tenido en cuenta el análisis que algunos dirigentes han hecho a raíz del reforzamiento de Javier Arenas, el líder de la oposición andaluza y su rival en las pasadas elecciones autonómicas, en el reciente congreso nacional del PP.

Algunos le han dicho que su marcha de la secretaría general se iba a interpretar como el primer paso para dejar la presidencia de la Junta de Andalucía. "Sería un debate inevitable, por mucho que se negara", dicen. Y le pronosticaron que Arenas no iba a dejar pasar ni una sola oportunidad para insistir en el mensaje de que está caducado y amortizado como presidente.

Las fuentes consultadas indicaron que cuando Chaves planteó a Zapatero su deseo de dejar el liderazgo del partido la situación política y económica era muy distinta. "El horizonte económico que se avecina es brutal y el PP ha trasladado un mensaje de moderación y de centro en su congreso", asegura un dirigente quien ante este panorama le han aconsejado no abrir cambios en Andalucía.

Otro de los mensajes que ha recibido Chaves de algunos veteranos dirigentes ha sido el de advertencia contra la bicefalia en el PSOE. En este partido nunca ha funcionado la división de poderes entre el secretario general y el presidente de la Junta. Chaves lo sabe muy bien porque él estuvo cuatro años conviviendo en su primer mandato como jefe del Gobierno andaluz con una dirección de mayoría guerrista y que acabó con la formación de una mayoría renovadora que le situó a él como secretario general del PSOE andaluz en 1994.

En caso de haber cuajado la operación, la secretaría general habría recaído en el responsable de Organización, Luis Pizarro, su mayor cómplice en este proceso de reflexión. Un dirigente provincial asegura que Pizarro, leal hasta extremos insospechados con el presidente, no ambicionaba el cargo, aunque evidentemente es el mayor honor para una persona que lleva toda su vida bregando en el PSOE. Otras personas opinaban que si se hacía el cambio en la cúpula era conveniente optar por dirigentes de otra generación.

Ésta es la segunda vez, que Chaves intenta dejar la secretaría general y en ninguna de las dos ocasiones ha podido hacerlo. En último congreso pensó primero dejarlo en manos de Mar Moreno y luego en las de Pizarro.

Las opiniones a vuelapluma recogidas ayer aseguran que esta decisión puede implicar cortar de raíz el debate sucesorio de Chaves al frente de la Junta. "Esto nos lleva a que él es el candidato en 2012", afirmó un dirigente. "Ganamos las elecciones con Chaves y si ha tomado la decisión de seguir en la secretaría general la habrá tomado también en función de seguir como candidato", aseguró otro.

En cualquier caso, el líder socialista aplaza una vez más el problema de su relevo, aunque él tiene muy en cuenta, según fuentes próximas, que no quiere repetir la experiencia de Felipe González. Sólo le dejaron marchar cuando perdió las elecciones. Y esa perspectiva le angustia al presidente andaluz.

Chaves, en el Parlamento, el pasado día 12.
Chaves, en el Parlamento, el pasado día 12.PÉREZ CABO

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