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Análisis:Cosa de dos
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Investigación

Enric González

Dicen que el buen periodismo es siempre periodismo de investigación. Falso: preguntar y comprobar no es investigar. Suele decirse también que la investigación representa lo más noble del periodismo. Eso es aún más falso. Investigar supone adentrarse en el área oscura de la información, pactar con fuentes interesadas, comportarse de forma ambigua, respirar un aire enrarecido. Investigar es, con frecuencia, bajar a las cloacas y recoger el pedacito de mierda que te ofrece una rata. En muchos aspectos, es como el espionaje. Para hacer bien ese trabajo, y soportarlo años, hay que tener estómago. Y ser un gran periodista. Dudo que la investigación reporte grandes beneficios económicos a las empresas. Al menos a corto plazo, rinde más un publirreportaje. Hablamos, sin embargo, de la esencia del oficio. La prensa está para descubrir cosas. La comunicación institucional, las relaciones públicas y la publicidad copan la mayor parte de cualquier periódico. A eso se añaden los servicios (la cartelera, los editoriales, esta columnita), que en el mejor de los casos nos ayudan, orientan o entretienen. Pero si no descubrimos cosas, cometemos fraude.

Los periódicos, los viejos monstruos de papel, debemos estar defraudando, porque la Red empieza a aguijonearnos. No en la inmediatez, sino en lo serio. Acaba de salir al ciberespacio www.propublica.org, un invento dedicado al periodismo de investigación. La primera señal de su honestidad es que ha salido sin nada: como tardará en disponer de temas propios, se limita a seguir las investigaciones de la prensa estadounidense tradicional.

Su director es Paul Steiger, director del Wall Street Journal durante los últimos 16 años, hasta la llegada de Rupert Murdoch. Sus financiadores son millonarios californianos que se comprometen a pagar sin recuperar. Tendrá más de 20 periodistas bien retribuidos. Y ofrecerá sus trabajos, en primicia, a los viejos monstruos de papel. Que siguen siendo grandes medios, pero van un poco escasos de mensaje.

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