No me resigno
No me resigno a que nadie me diga a quién puedo considerar malo o bueno, duro o blando. No me resigno a tener que esperar una o dos horas cada vez que voy a mi médico de Atención Primaria, pese a acudir con cita previa. No me resigno a esperar meses para poder ser atendido por un médico especialista. No me resigno al caos de las Urgencias de los hospitales públicos. No me resigno a que cuando llamo a un médico de urgencia me cueste media hora para poder hablar con el teléfono correspondiente y luego esperar mucho tiempo a ser atendido. No me resigno, en fin, a oír, una y otra vez, que la sanidad madrileña es excelente. Para mí, la señora Aguirre no es que sea mala: es muy mala; y las cosas no es que se estén haciendo mal, sino muy mal. Naturalmente, ésta es mi opinión como ciudadano receptor de los servicios sanitarios. Nada personal.