La construcción entra en fase de "parada total"
Algunos promotores, obligados a vender a precio de coste para obtener liquidez
Las grúas han parado en Pueblo de la Luz. Esta urbanización de Viator (Almería), con accesos a las autovías A-7 y A-92 tardará mucho tiempo en ser una realidad, si es que acaba siéndolo algún día. La empresa promotora Obrascampo ha tenido que interrumpir la construcción de 316 viviendas, garajes, trasteros y oficinas por falta de liquidez para continuar las obras.
A 12 kilómetros, en Almería capital, la constructora Nativan ha corrido la misma suerte. Según Comisiones Obreras, esta empresa se encuentra en suspensión de pagos y se ha declarado insolvente, lo que le ha obligado a paralizar las promociones que levantaba en la flamante urbanización El Toyo.
Los empresarios del sector inmobiliario ya hablan de "crisis" sin tapujos
La parálisis de las licencias de obra recorta los ingresos de los municipios
La crisis en la construcción ha llegado con más rapidez y fuerza de lo que el sector preveía, especialmente en el segmento de la segunda vivienda en la costa, donde la situación es de "parada total" de ventas, según Violeta Aragón, gerente de la Asociación de Promotores y Constructores de Málaga, la provincia más afectada por el frenazo. "En la segunda residencia está todo paradísimo y en primera vivienda, aproximadamente las ventas han caído un 50%", estima Aragón, que ya habla de crisis sin paliativos.
En los últimos tres años en Andalucía se ha producido un stock de 89.700 casas que todavía no han encontrado comprador y algunos promotores especialmente acuciados por la parálisis han comenzado a ponerlas en el mercado a precio de coste. "Esta es una buena oportunidad para comprar, porque van a bajar algo los precios para sacar adelante este stock, pero en cuanto los promotores vuelvan a tener liquidez y se reanuden las obras, los precios volverán a subir", vaticina Aragón. "Este es un momento puntual en el que algunos promotores tratan de evitar los despidos y los procesos concursales, pero cuando se reanuden las ventas se volverá a buscar el beneficio", afirma la gerente de la ACP.
De momento, la bolsa de demandantes de vivienda es, según Aragón, de 45.000 compradores, es decir, justo la mitad del parque de casas vacías en Andalucía. Además, las promotoras entran en competencia con particulares que en los años boyantes de la burbuja inmobiliaria adquirieron casas como inversión.
En la provincia de Granada, el gerente de los promotores Francisco Martínez, realiza un análisis similar. El caso más llamativo del parón se encuentran en Alhendín, donde la constructora murciana CHC dejó "empantanada" la promoción Mirador de Alhendín, con 125 viviendas unifamiliares de lujo con precios entre los 312.000 y los 390.000 euros. Aunque la falta de liquidez afecta "a todos", según Martínez, las empresas más perjudicadas son las promotoras de tamaño medio que se han especializado en vivienda y no han diversificado su actividad, es decir, las "promotoras puras". En Granada es también el litoral, especialmente Almuñécar, donde se acusa más la crisis de la segunda residencia.
En Almería la escasez financiera llegó a afectar, incluso, a las viviendas protegidas para jóvenes que el Ayuntamiento de la capital almeriense construye a través de la empresa Almería XXI. Esta empresa contrató dos promociones para jóvenes a Jale Construcción S A, que decretó suspensión de pagos. Almería XXI reinició las obras paralizadas con otra empresa y, en la actualidad, las dos promociones se siguen construyendo tras dos meses de paralización.
La crisis de CHC, que en septiembre pasado presentó suspensión de pagos, afectó también a proyectos de vivienda protegida en Granada capital.
Los empresarios de Granada calculan que en su provincia el ritmo de ventas ha caído un 60%, lo que ha obligado a muchos a hacer malabarismos financieros y de marketing para no caer en la quiebra. "Tratamos de estirar los plazos todo lo que podemos, y a la hora de vender buscamos fórmulas imaginativas, como los alquileres con opción a compra, o las hipotecas subvencionadas. Eso sí, la bajada de precios no tiene sentido, pueden darse bajadas puntuales a clientes determinados que te proporcionan liquidez, pero de ahí no pasa", afirma Francisco Martínez.
En Granada, los proyectos visados para la construcción de edificios de viviendas familiares en bloque, que de enero de 2007 a enero pasado descendieron un 60% (de 733 a 293). También los edificios de viviendas unifamiliares descendieron un 49%, de las 465 en enero de 2007 a 237 a principios de este año.
La provincia de Jaén, la de menor actividad constructora de Andalucía, tampoco es ajena a la parálisis. La federación de constructores no ha constatado por el momento ninguna promoción relevante de promoción de viviendas paralizada, pero la mayoría de las empresas están acabando a duras penas las promociones que tienen en pie. De momento, sólo en las zonas de la periferia de la capital jiennense se está apreciando una desaceleración. En la capital, el Ayuntamiento se ha comprometido a construir unas 3.500 viviendas protegidas aprovechando la liberación de suelo por parte de la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), pero entre los constructores se recela de que en Jaén no haya mercado suficiente para poder afrontar los pagos de tantas viviendas.
El empeoramiento del sector también salpica a las administraciones. El Ayuntamiento de Córdoba no ha podido vender el suelo municipal para levantar viviendas libres que tenía previsto en la zona de Poniente. Esperaba ingresar nueve millones de euros en la operación, pero ninguna de las promotoras pudieron quedarse con los 10.000 metros cuadrados de suelo. Urbanismo sostiene que detrás de la operación fallida están los bancos, que ya no financian como antes estas operaciones. En algunos municipios de Málaga como Rincón de la Victoria, los ingresos por licencias de obras han caído hasta un 93% en un año. En la capital, los ingresos por tasas urbanísticas y venta de suelo han bajado hasta un 15%.
Esto no ha impedido que el Ayuntamiento de Málaga haya sacado a subasta una parcela de suelo municipal -que por ley debería ser destinada a VPO- para construir 25 viviendas libres. El precio de salida será de 5,7 millones de euros, lo que hará que cada piso cueste al menos 570.000 euros. Como en los mejores tiempos de la difunta burbuja inmobiliaria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.