La fotografía como escondite

El maldito tópico se cumple: sugerir muchas veces dice más que mostrar. La fotografía artística siempre ha sido un juego donde cuenta tanto o más lo que no se ve como lo que se ve. Algunos creadores, directamente, juegan al escondite con el espectador. Como la francesa radicada en Holanda Audrey Corregan, que a sus 26 años acaba de convertirse en la ganadora del premio anual del 23º Festival Internacional de Moda y Fotografía de Hyères gracias a una serie de pájaros fotografiados por detrás, de manera casi científica, indiferentes al objetivo de su cámara. Animales disecados cuyo plumaje cobra una presencia magnética, vibrante, viva ante nuestros ojos. "Me fascina la idea humana de intentar preservar la vida de estos animales muertos", dice por teléfono desde su casa en Ámsterdam. "Normalmente suponen un símbolo de libertad y aquí los vemos como atrapados. El título de la serie, Obviously, es irónico, porque implica al observador, nos confronta a ellos aunque nos den la espalda. Para mí es una bonita metáfora del juego de engaños de la fotografía, de los límites entre lo falso y lo real".

"Me fascina la idea de intentar preservar la vida de animales muertos"

La idea de esconder y esconderse ha marcado su obra reciente. A los animales se suman retratos de familia, de amigos, de su novio y hasta de objetos que ocultan su fisonomía en fotos o en libros montados con imágenes contrapuestas. "Ha sido una evolución involuntaria, casi una reflexión sobre la marcha de mi relación con el medio con el que trabajo". Los pájaros de Obviously formalmente recuerdan a los Retratos inversos tomados sobre fondos neutros por Marjaana Kella hace una década, aunque Corregan no reconoce su inspiración en ellos. No le gusta referirse a otros artistas cuando habla de su obra: "Más bien diría que me han influido mis propias vivencias, desde unas prácticas que hice con 17 años en un estudio donde se hacían retratos de boda hasta las enseñanzas posteriores de mis profesores en la Escuela de Artes Aplicadas, de Vevey [Sui-za] o en la Gerrit Rietveld Academie, de Ámsterdam". Aunque confiesa que últimamente le han marcado las ensoñadoras filmaciones de Michel Gondry y las canciones de Bob Dylan. También su vida con su novio, el artista Erik Haberfeld: "Queremos publicar un libro juntos, espero tener tiempo para desarrollarlo pronto".

Que seleccionen tu trabajo para competir en el festival de Hyères ya supone todo un premio. De los 400 portafolios presentados en esta edición, sólo 10 fueron los elegidos para exhibirse ante un jurado internacional, compuesto por nombres tan destacados como la fotógrafa Elaine Constantine; el director artístico del suplemento de estilo T, de The New York Times, David Sebbah; el comisario japonés Fumiya Sawa, o Jörg Colberg, creador del weblog de arte Conscientious. Tal y como cuenta este último, "la idea es que los fotógrafos seleccionados interactúen con la mayor cantidad de gente posible". "Aquí se concentran innumerables posibilidades y por ello el galardón que concedemos nosotros acaba por no ser tan importante. En esta ocasión, cinco minutos antes de que se abrieran las puertas de la exhibición al público, uno de los expositores firmaba con un agente y otro recibía un encargo por parte de uno de los editores del jurado". El certamen francés ha dado a conocer a nombres de la moda y la fotografía tan relevantes como Viktor & Rolf, Gaspard Yurkievich, Camille Vivier o Sølve Sundsbø.