_
_
_
_
Reportaje:

"La anterior Copa la celebramos antes de ganarla"

Técnicos y jugadores del Getafe detallan cómo ser campeones

José Marcos

El último equipo que perdió dos finales de Copa seguidas fue el Atlético, en 1999 y 2000. El Getafe cree tener la receta para no entrar en el trágico club del conjunto del Manzanares o del Sporting de los años ochenta.

- Aprender del Bayern. "La gestión de la presión y de los tiempos del partido será decisiva. El Bayern se aprovechó de nuestra ingenuidad en algunas jugadas. Incluso los recogepelotas sacaban rápido la pelota cuando no nos convenía", afirma Mario Cotelo. "Hay que evitar las prisas al principio y al final. Ya nos pasó lo mismo con el Racing en El Sardinero. ¡Se juega en largo y punto!", advierte Casquero.

- Evitar errores en la salida. "Lo que no quiero de ninguna forma es que se pierda el balón cuando salgamos desde atrás", adelanta el entrenador, Michael Laudrup. "A veces nos olvidamos de que, por mucho que quieras mimar el balón, igual la mejor solución en una situación de riesgo es un pelotazo", apostilla Luis Milla, su segundo, que no se olvida de los problemas que crearon Toni y Klose a De la Red y Tena "por su empeño en jugar raso".

- No atacar a tumba abierta. "Debemos ser fiel a nuestro ideario y mostrarnos ofensivos, pero poco a poco. No hace falta que siempre ataquemos con ocho jugadores", razona Laudrup.

- La euforia no es buena. "Quizá fue el principal error que cometimos el año pasado", asiente Belenguer. "La Copa se celebró antes de jugarla porque fue muy inesperada. Quemamos las naves antes de la final. No existía nada que no fuera el duelo con el Sevilla. Por ahí la empezamos a perder. Esta vez todo ha sido más pausado, no ha habido ninguna celebración", añade.

- Aprovechar la segunda línea. "Tenemos el centro del campo más goleador de Europa gracias a la movilidad de nuestros puntas", se congratulan los técnicos. "Circulando el cuero, desgastamos a los rivales y terminan abriendo espacios. Entonces las ocasiones caen como fruta madura", cuenta Abbondanzieri.

- Ignorar la historia. "No jugamos contra un escudo, sino contra futbolistas", sentencia Laudrup. "¿Y qué pasa con el poder de nuestra zamarra?", insiste Celestini. "No hacen falta millones de euros. Basta con algo muy pequeñito. Una vez regalé una camiseta a un niño en fase terminal. Le daban dos semanas de vida y le hizo tanta ilusión que vivió seis meses", recuerda el pivote suizo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_