Aislados al pie del Naranjo

Seis excursionistas (una familia madrileña y un matrimonio portugués) y dos guardas del refugio de la Vega de Urriellu permanecen aislados por la nieve desde hace una semana en este albergue para montañeros, situado a 1.630 metros de altitud y al pie del Naranjo de Bulnes, en el macizo central de los Picos de Europa, en Asturias.

Las ocho personas (cuatro hombres y cuatro mujeres), todas ellas adultas, se encuentran bien, según confirmaron por teléfono a este diario, aunque ayer tuvieron que empezar a racionar alimentos y combustibles. Fuentes del servicio de emergencias 112 Asturias aseguraron que un helicóptero tratará de evacuarlos en cuanto la ventisca y la visibilidad lo permitan.

Un helicóptero tratará de rescatarlos hoy si el tiempo mejora

Los seis excursionistas son una familia madrileña formada por un matrimonio, su hijo de 20 años y la novia de éste, de la misma edad, y una pareja portuguesa, ambos de 30 años. Todos ellos habían viajado a Asturias en Semana Santa para hacer senderismo por los Picos de Europa y se vieron sorprendidos por el temporal de nieve el viernes pasado, cuando se encontraban al pie del Naranjo de Bulnes, en el municipio de Cabrales.

El refugio, una amplia y sólida construcción de piedra, está rodeado por la nieve, que alcanza espesores de más de dos metros, y en los últimos días la zona ha estado azotada por una fuerte ventisca, explicó por teléfono uno de los excursionistas madrileños, quien prefirió no desvelar su identidad. El regreso a pie hasta Bulnes, la aldea más cercana, a varias horas de marcha por un terreno muy accidentado, es imposible, según los guardas del refugio.

Con temperaturas de ocho bajo cero en el exterior del albergue en horas diurnas, las ocho personas confinadas se protegen con suficientes ropas de abrigo y con el escaso combustible que les queda. Según uno de los dos guardas del refugio, apenas disponen ya de 10 litros de gasoil, que han empezado a racionar y que están reservando casi exclusivamente para calentar agua. Para combatir el frío recogen ramas en el exterior de la edificación y con ellas alimentan una estufa, señaló uno de los excursionistas. Los víveres empiezan a escasear aunque de momento aún tienen latas de conserva, su único alimento.

"Hay fuertes ventiscas y no ha dejado de nevar hasta hoy, aunque ahora está cayendo aguanieve", explicó ayer el cabeza de familia del grupo madrileño. La visibilidad había mejorado ayer por la mañana en el entorno de la Vega de Urriellu con la apertura de algunos claros, pero aún no en "las canales" (valles) por las que deberá internarse el helicóptero por este macizo montañoso, muy accidentado y abrupto, para evacuar a las ocho personas. "Desde aquí vemos que, montaña abajo, el cielo aún está muy complicado", dijo uno de los excursionistas.

"El helicóptero irá a por ellos en cuanto mejore el tiempo. Esperamos, como muy tarde, poder evacuarlos mañana viernes [por hoy]", aseguró un portavoz del servicio de emergencia del Principado.

Otra excursionista portuguesa, embarazada de cuatro meses, Susana Estuaisiu; su hija de dos años y medio, Kika, y un amigo de la familia, Nuno Amado, que también se vieron sorprendidos el viernes por el temporal, permanecieron cuatro días aislados por la nieve en otro refugio de los Picos de Europa, el de Vegarredonda (Covadonga), en el macizo occidental de los Picos de Europa, a 1.460 metros de altitud. Fueron rescatados el martes a pie, tras varias horas de marcha por la nieve, por un equipo de la Guardia Civil de alta montaña de Asturias y por el marido y padre de las dos mujeres, Pedro Clima, que es guía y montañero avezado.

Él había dado la alerta a las autoridades el viernes cuando, tras descender ese mismo día desde Vegarredonda a Cangas de Onís para hacer una gestión, fue sorprendido por el temporal de nieve en esta localidad.