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Los tres principales embalses obligados a abrir sus compuertas

No había ocurrido en los últimos 20 años. Los tres principales embalses vascos (los dos del sistema Zadorra, Ullibarri y Urrunaga, que abastecen a Bilbao y Vitoria, y el de Añarbe, que surte de agua a la comarca de San Sebastián) tuvieron que abrir ayer sus compuertas. La razón fue la persistencia de las precipitaciones y, especialmente, las predicciones de fuertes lluvias para la mañana de hoy. La Agencia Vasca del Agua quiere evitar a toda costa un desbordamiento del río Zadorra, que afectaría a la capital alavesa.

La Mesa de seguimiento de los pantanos del Zadorra se reunió ayer por segunda vez en dos días para analizar la situación de posibles inundaciones con los desembalses de las presas y la crecida de los ríos. Los datos de Euskalmet, la agencia vasca de meteorología, indican que esta mañana habrá precipitaciones de entre 40 y 50 litros por metro cuadrado, que pueden alcanzar los 60. Ante ello, se decidió abrir las compuertas del Urrunaga, una medida "absolutamente excepcional", señaló el director de la Agencia del Agua Tomás Epalza. La intención era cerrar las del Ullibarri a últimas horas de ayer para que no coincida el desembalse con las fuertes lluvias previstas para hoy.

El desagüe del Urrunaga provocará otra situación insólita: el río Santa Engracia, que confluye con el Zadorra a la entrada de Vitoria, volverá a tener agua tras 50 años prácticamente seco. Las autoridades advirtieron, por ello, a los vecinos de Urrunaga, Luko, Urbina, Amarita y Mendibil que sean precavidos al cruzar el río.

El riesgo estará hoy en el caudal del Zadorra, que puede admitir unos 70 metros cúbicos por segundo y que ayer recibió 40 metros cúbicos sólo de los dos embalses. En Guipúzcoa, el pantano del Añarbe empezó a desembalsar a las 9 horas al llegar al nivel máximo, pero la Mancomunidad Aguas del Añarbe señaló que no se habían producido "daños significativos" por inundaciones. El desagüe era de 24 metros cúbicos por segundo. La mancomunidad anunció que vigilaba atentamente la gestión del desembalse.

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