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Crónica:Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

Baraja deja temblando al Barça

El capitán encabeza la rebelión del equipo de Koeman, que jugará la final contra el Getafe

Al acabar un partido electrizante, lleno de toda la pasión que sólo desprende la Copa, los chicos de Koeman corrieron a fundirse en un abrazo con su capitán. Formaron un corro que saltaba y gritaban de pura euforia. Rodeaban al que consideraban, sin duda, el hombre del partido: Baraja. El que abrió el marcador y que marcó las pautas a seguir por sus jóvenes e inseguros compañeros hasta el final. El Valencia sufrió más de la cuenta porque se defendió sin la pelota en el último cuarto. Muy mal, por cierto. Pero ni aún así pudo empatar un Barça lamentable, sin más nervio que el que le dio el formidable Bojan.

VALENCIA 3 - BARCELONA 2

Valencia: Hildebrand; Miguel, Marchena, Albiol, Moretti; Maduro, Baraja, Silva (Banega, m. 75); Joaquín (Arizmendi, m. 64), Villa y Mata (Caneira, m. 83). No utilizados: Mora y Morientes.

Barcelona: Valdés; Zambrotta (Edmilson, m. 81), Puyol, Milito, Abidal (Sylvinho, m. 62); Xavi, Touré (Henry, m. 51), Iniesta; Bojan, Eto'o y Gudjohnsen. No utilizados: Pinto y Thuram.

Goles: 1-0. M. 18. Baraja empalma un tiro a la escuadra desde fuera del área. 2-0. M. 44. Mata remata un servicio de Villa. 2-1. M. 72. Henry cabecea un centro de Sylvinho. 3-1. M. 73. Mata empalma un centro de Silva. 3-2. M. 80. Eto'o marca por bajo.

Árbitro: Mejuto González. Amonestó a Baraja, Gudjohnsen, Sylvinho y Villa.

Unos 52.000 espectadores en Mestalla

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De nada sirvió la prima prometida por Laporta. No se trataba de dinero, sino más profundo. Lo que supuso un nuevo fracaso de sus cuatro fantásticos. Dos de ellos ausentes. Y los dos presentes, como si no, a pesar de que fueron ellos los que marcaron. Fuera de los goles, apenas nada. Lo contrario que Villa, que dio la vida en cada carrera desmelenada con Puyol. O Mata, que se atrevió con dos goles y una rabona para confirmar que viene al fútbol de élite para quedarse.

Ahí estaba él, en el círculo central, con los brazos alzados, sintiéndose otra vez grande, dirigiendo esa especie de rondo que Koeman organizó a costa del confundido Barça. Ahí estaba Baraja, sacando ese jugadorazo que lleva dentro, no suficientemente valorado fuera de Mestalla a lo largo de una trayectoria muy perjudicada por un sinfín de lesiones musculares. Pero ahí estaba otra vez, de vuelta, y oliendo a fútbol por todas partes. A su lado, los jóvenes se sintieron liberados. Alguien que, además, se ganó el respeto definitivo cuando soltó ese latigazo que convirtió el vuelo de Valdés en un escorzo inútil. Un golazo memorable. Tapado por un batallón de defensas en el pico derecho del área, El Pipo condujo el cuero con la diestra pensando qué podría hacer con él. Hizo lo más inesperado: armar la zurda y soltar un misil que entró por la escuadra contraria.

Mestalla se olvidó por un día de lo pelmazo que ha sido su equipo durante el curso y se puso a celebrar la fiesta de una semifinal tan engalanada. Esta vez sí, la apuesta de Koeman fue tan valiente como efectiva. Prescindió de los extremos y ubicó a Joaquín de falso delantero centro. Éste se asoció con los tres pequeños: Villa, Silva y Mata, que mataron a paredes a la pesada defensa azulgrana. Y cuando Villa vio solo a Mata a su costado izquierdo, ya sabía que el zurdo no iba a perdonar ante Valdés. En los mano a mano con el portero, Mata coloca la pelota y marca. Es infalible.

El Barça abusó de buscar la cintura y la velocidad de Bojan. Sabía que era su mejor recurso. Prácticamente el único, puesto que Eto'o estuvo neutralizado por su propio estado de forma y por los centrales. Y puesto que la labor defensiva de Touré había resultado irrelevante, Rijkaard lo retiró al iniciarse la segunda parte para que entrara Henry.

Villa corría hacia atrás para defender como un león. Sólo Bojan inquietaba a Mestalla. Xavi envió un pase en profundidad a Henry y éste siguió al trote. Y eso que acababa de entrar. Cosas de la vida, no pasarían ni cinco minutos para que Henry se elevara por encima de los centrales y cabeceara a gol un centro de Silvinho desde la izquierda. El Valencia tenía dos opciones: morirse de miedo o responder de inmediato. Optó por la segunda. Silva coronó su excelente encuentro con un centro que Mata empalmó como le venía. La eliminatoria parecía cerrada, pero nunca se sabe con la defensa valencianista, la más goleada en Mestalla de toda la historia. Los zagueros le hicieron la pared a Eto'o para que el camerunés convirtiera los últimos 10 minutos en un infarto. Koeman gestión fatal la resistencia, sólo Baraja y Villa sabían lo que debían hacer (preservar el balón), pero ni aún así pudo el Barça arañar la final de Copa.

Baraja, Marchena y Albiol celebran el pase a la final. A su lado, Henry.
Baraja, Marchena y Albiol celebran el pase a la final. A su lado, Henry.EFE
Mata, con Villa sobre los hombres, celebra su segundo al Barcelona.
Mata, con Villa sobre los hombres, celebra su segundo al Barcelona.EFE
El equipo de Koeman castiga la fragilidad defensiva del Barcelona y jugará la final de la Copa del Rey contra el GetafeVídeo: ELPAIS.com

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