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Bakio revisará a la baja su plan para edificar 436 pisos

El alcalde encargó en febrero un estudio sobre un campo de golf

El Ayuntamiento de Bakio cambiará su principal proyecto de expansión urbanístico, en el que prevía edificar 436 pisos junto a una zona protegida y que había sido rechazado por el Departamento de Medio Ambiente. Un estudio de impacto ambiental encargado por el consistorio recomienda restringir las actuaciones previstas, lo que conllevaría reducir la construcción de viviendas. El alcalde de Bakio, Txomin Renteria (PNV), no precisó cuántas viviendas se harían y se remitió al nuevo plan, que según dijo estará concluido en un plazo de dos meses.

El grupo BakioSOS rechaza el proyecto al ubicarse junto a un área protegida
El informe de impacto propone restringir la ocupación de suelo

El primer edil tampoco habló ayer, al presentar el estudio de impacto, del campo de golf que se barajaba en el anterior proyecto. Sin embargo, el pasado día 19 de febrero se adjudicó, mediante un decreto de alcaldía, un contrato de consultoría con la empresa Aymerich Golf Management sobre la posible construcción del campo.

El proyecto urbanístico levantó una gran polémica en Bakio cuando se conoció en 2006 y supuso la creación de una plataforma ciudadana, BakioSOS. El principal argumento de los opositores es su ubicación a escasa distancia -las primeras viviendas estaban a solamente 12 metros- del biotopo (figura de protección para enclaves naturales de pequeño tamaño) de San Juan de Gaztelugatxe.

El llamado sector de Ohija se encuentra en una zona con vistas al mar y un informe de 2001 el departamento ya pidió la "suspensión cautelar" del proyecto urbanístico cuando contemplaba edificar la mitad de esos 436 pisos.

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La fuerte contestación social llevó el pasado año al consistorio, gobernado con mayoría absoluta por el PNV, a anunciar la elaboración de un estudio de impacto ambiental. El informe, tras sucesivos retrasos, se presentó ayer y concluye que en las 62 hectáreas de Ohija no hay valores ambientales destacables, pero sí existe un impacto paisajístico. Y se destaca su entorno próximo: la reserva de Urdaibai, el biotopo y zonas próximas a la costa donde nidifican diversas aves. "No es el sector sino el entorno quien marca las limitaciones ambientales", explicó ayer el alcalde.

El documento divide el área en cuatro zonas: una donde no se podría edificar, otra con pocas construcciones y las otras dos donde irían las viviendas.

La elaboración de otro proyecto urbanístico obliga de nuevo a iniciar todos los trámites administrativos, con la exposición pública y la presentación de alegaciones. Además, debería pasar por la comisión de Ordenación del Territorio del País Vasco, el órgano del Gobierno que rechazó el plan en 2001.

Un portavoz de Medio Ambiente señaló que esperarán a que lo presenten, "si es un proyecto nuevo", y se analizaá si se acomoda a lo establecido en 2001. La plataforma ciudadana BakioSOS consideró el estudio "cuando menos sorprendente" y censuró que se haya retrasado. "Desde junio lo venimos pidiendo. Es significativo que lo presenten después de las elecciones". El colectivo mantiene su oposición a cualquier actuación urbanística en esta zona junto a la costa y defiende la catalogación de las 62 hectáreas como "de especial interés".

"Nos genera muchas sospechas que no se haya mencionado el número de viviendas y que no se mencione el campo de golf cuando está el decreto de alcaldía adjudicando la consultoría".

Con poco más de 2.100 vecinos, cifra que se multiplica por diez en verano, Bakio aprobó en 2003 sus normas subsidiarias para construir 700 nuevas viviendas. Pero posteriormente hubo varios cambios para aumentar las viviendas hasta cerca de 1.500, con lo que casi se duplicaría la población actual.

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