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Entrevista:EDUARDO LÓPEZ BANZO | Director musical de 'Orlando'

"La música barroca arrastra una extraña maldición"

El estreno, esta noche, de Orlando, de George Friedrich Haendel, en el Palau de les Arts supone la primera incursión del coliseo valenciano en la ópera barroca. Y, desde el punto de vista musical, contará con uno de los principales especialistas españoles en ese periodo histórico, Eduardo López Banzo (Zaragoza, 1961). El musicólogo aragonés está este año de aniversario, pues su grupo AYRE, especializado en recuperación e interpretación del patrimonio español barroco, cumple 20 años. Pese a los compromisos derivados de la efemérides, López Banzo ha aceptado la invitación del Palau para dirigir Orlando, "una obra redonda, de verdadera madurez musical en Haendel, que está llena de momentos maravillosos", según su opinión.

Aunque, para el gran público, la producción operística de Haendel es mucho menos conocida que obras como El Mesías o la Música acuática, el intérprete aragonés reconoce haber descubierto en las óperas "el repertorio que le dio fama a Haendel", aunque matiza que, para interpretarlas, "hay que ser muy fiel al espíritu del compositor, pues él concebía esas obras con una gran chispa de imaginación y frescura, lo que las convertía en muy dinámicas, con muchos contrastes y con melodías muy hermosas y atractivas". López Banzo, en su interpretación de Orlando, intenta darle "gran importancia al recitativo", que, en su concepción musical, funciona "como base de la fluidez de la ópera". Esa es la gran diferencia entre la ópera romántica, la más conocida por el público y que representan las obras de Verdi o Puccini, y la barroca: "El recitativo es el discurso dramático de la ópera barroca, mientras que el aria responde a los pensamientos, las reflexiones internas de los personajes, como si fueran los flash-back del cine, mientras que en la ópera romántica desaparece el recitativo y el núcleo es el aria".

Como gran especialista en música barroca, López Banzo reniega de la concepción que se tiene de esa época. "La música barroca arrastra una extraña maldición, pues se la identifica con lo complicado y, desde mi punto de vista, es un error mayúsculo", afirma el músico, que define el barroco como un estilo "fantasioso e imaginativo", en el que "todo tiene que estar en movimiento continuo, en donde nunca hay paz".

Ese movimiento continuo al que hace referencia López Banzo se manifiesta en el uso de la repetición de esquemas, una de las características más evidentes de la música barroca. "Pero es una repetición que tiene un matiz retórico, porque consiste en insistir sobre lo dicho o en rescatar algo alejado, como el eco", explica el maestro aragonés. El uso de la repetición, en Haendel, se tradujo en una búsqueda de "la emoción del espectador", algo que admiraban de él Mozart y Beethoven, porque veían en la música de Haendel "una forma de producir emoción muy intensa, que se aprecia en algunas arias, por medio de efectos de color o de recursos de orquestación, con el fin de que el espectador conecte con esa música", señala.

Esa conexión es la que buscará conseguir a partir de hoy, y durante las seis veces en que la ópera se representará en el Palau de les Arts, Eduardo López Banzo en Orlando, con la ayuda de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, a la que califica de "muy dúctil", y de una escenografía, a cargo de Francisco Negrín, "fantasiosa y divertida".

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