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Detenido por vender suelo rústico como urbanizable

María Fabra

Compró 22.600 metros cuadrados de suelo rústico en Benicarló y lo vendió en 39 parcelas de suelo urbanizable. Entre una operación y otra no medió recalificación alguna sino varios presuntos delitos. El Equipo de Delitos Urbanísticos de la Guardia Civil de Castellón ha detenido a un ciudadano alemán, residente en Peñíscola, como presunto autor de tres delitos contra la ordenación del territorio. Fuentes del instituto armado cifraron ayer en 400.000 euros el beneficio que ha podido obtener el ahora imputado por las ventas.

La investigación surgió a raíz de una denuncia presentada por el Ayuntamiento de Benicarló, el pasado mes de octubre, tras comprobar la proliferación de viviendas ilegales en esta zona rústica, situada en las partidas conocidas como El Puig y Mas del Rei. El alcalde del municipio, Marcelino Domingo, explicó ayer: "En octubre abrimos un expediente de infracción, pero al comprobar que el problema era más grave, trasladamos el asunto a la Guardia Civil".

La proliferación de construcciones ilegales y alguna denuncia de particulares no fueron los únicos motivos por los que el Ayuntamiento inició su expediente. Hace poco más de un año, dos personas, un hombre de 38 años y una mujer de 48, fueron halladas muertas en su casa, una construcción de piedra, en una de estas parcelas. La asfixia por inhalación de monóxido de carbono fue la causa de los fallecimientos tras la mala emisión del humo procedente de una estufa de leña que utilizaban para combatir el frío. Esta vivienda se encontraba, junto a otras de madera y prefabricadas, en una zona cercana al campo de fútbol de la localidad vecina de Càlig, aunque aún en el término municipal de Benicarló. La existencia de estas construcciones en un suelo que en el Plan General de Ordenación Urbana del municipio estaba calificado como rústico levantó las primeras sospechas.

En la investigación, la Guardia Civil ha comprobado que el ahora detenido, de 56 años de edad, compró tres parcelas de terreno rústico, catalogado como no urbanizable común. Posteriormente, las dividió en 39 parcelas de unos 400 metros cuadrados cada una y las anunció en diversos medios de comunicación como urbanizables destinadas a la construcción de viviendas unifamiliares. Sus compradores fueron, principalmente, ciudadanos alemanes y las operaciones se cerraron fuera de España.

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